Millones de musulmanes en el mundo celebran “Fiesta del Sacrificio”
Tras pernoctar en Muzdalifah, a su regreso del Monte Arafat, más de 1,8 millones de peregrinos enfilaron hacia Minapara el rito de lapidar al Diablo, mientras el mundo musulmán comienza la Fiesta del Sacrificio.

Los feligreses -un millón 862 mil 909, según el último dato de la Autoridad General de Estadísticas de Arabia Saudita- abandonaron el domingo de forma flexible y fluida el área donde entre meditación y rezos ascendieron a la mezquita Namirah y al Jabal Al-Rahmah o Monte de la Misericordia.
Del total de los peregrinos, un millón 325 mil 372 viajaron desde otros países, mientras 537 mil 537 residen en el reino, pero sólo 170 mil 492 son sauditas, pues los demás son expatriados residentes en Riad.
Autoridades suaditas verificaron el completamiento de la salida del Monte Arafat y el alojamiento de los devotos en Muzdalifah, donde acopiaron energías y piedras para el Jamarat.
Según el procedimiento de la mayor procesión religiosa del mundo, en el segundo los peregrinos deben realizar una vigilia contemplativa en dicho monte donde el Corán refiere que el Profeta Mahoma pronunció su último sermón, y abandonarlo al caer la tarde.
Medios de prensa indicaron que esa jornada fue aprovechada para el "wuquf", o sea, expiar pecados, redimirse y mostrarse más cercanos a Allah, de ahí que se considere el momento más álgido de la procesión que es uno de los cinco pilares del Islam.
A partir de este lunes -tercer día de Hajj o día 10 del Dhu Al-Hijjah, el último mes del calendario lunar- el epicentro del ritual pasa a Muzdalifah, un área entre Arafat y Mina donde los fieles durmieron a la intemperie luego de fusionar el Maghrib y el Isha (cuarto y quinto rezos del día).
Del total de los peregrinos, un millón 325 mil 372 viajaron desde otros países, mientras 537 mil 537 residen en el reino, pero sólo 170 mil 492 son sauditas, pues los demás son expatriados residentes en Riad.
Autoridades suaditas verificaron el completamiento de la salida del Monte Arafat y el alojamiento de los devotos en Muzdalifah, donde acopiaron energías y piedras para el Jamarat.
Según el procedimiento de la mayor procesión religiosa del mundo, en el segundo los peregrinos deben realizar una vigilia contemplativa en dicho monte donde el Corán refiere que el Profeta Mahoma pronunció su último sermón, y abandonarlo al caer la tarde.
Medios de prensa indicaron que esa jornada fue aprovechada para el "wuquf", o sea, expiar pecados, redimirse y mostrarse más cercanos a Allah, de ahí que se considere el momento más álgido de la procesión que es uno de los cinco pilares del Islam.
A partir de este lunes -tercer día de Hajj o día 10 del Dhu Al-Hijjah, el último mes del calendario lunar- el epicentro del ritual pasa a Muzdalifah, un área entre Arafat y Mina donde los fieles durmieron a la intemperie luego de fusionar el Maghrib y el Isha (cuarto y quinto rezos del día).

Junto a las plegarias y el acomodamiento en una extensa explanada, los peregrinos acopiaron las piedrecillas que llevarán consigo para el rito del Ramy al-Jamarat en el puente homónimo, una imponente estructura de tres niveles con tres monolitos que simbolizan a Satanás.
Si bien la vieja usanza establecía que, al grito de "Allahu Akbar" (Allah es el más Grande), el propio creyente degollara o supervisara la matanza del animal, en la actualidad muchos compran un "cupón de sacrificio" en La Meca antes de empezar la peregrinación.
Con dicho vale adquieren el derecho a que se mate a un cordero en su nombre este día, sin estar presentes físicamente, y hay quienes van más allá y ordenan que la carne sea enviada a los más pobres como gesto de caridad.
Celebran musulmanes de todo el mundo
Musulmanes de todo el mundo celebraron este lunes la fiesta de Eid al-Adha, una de las dos festividades más importantes del calendario islámico.
Si bien la vieja usanza establecía que, al grito de "Allahu Akbar" (Allah es el más Grande), el propio creyente degollara o supervisara la matanza del animal, en la actualidad muchos compran un "cupón de sacrificio" en La Meca antes de empezar la peregrinación.
Con dicho vale adquieren el derecho a que se mate a un cordero en su nombre este día, sin estar presentes físicamente, y hay quienes van más allá y ordenan que la carne sea enviada a los más pobres como gesto de caridad.
Celebran musulmanes de todo el mundo
Musulmanes de todo el mundo celebraron este lunes la fiesta de Eid al-Adha, una de las dos festividades más importantes del calendario islámico.

Fieles de todos los continentes celebran esta festividad mientras la peregrinación anual a La Meca, en Arabia Saudita, llega a su fin.
A la mezquita de al-Aqsa de Jerusalén acudieron en masa palestinos para las oraciones, mientras que en Irak las autoridades adoptaron medidas estrictas de seguridad, registrando a los fieles mientras entraban en la mezquita Abdul-Qadir al-Gilani en Bagdad.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, rezó en una mezquita en el barrio de Damasco de Daraya, que fue evacuado por los rebeldes y se rindió al control del Gobierno el mes pasado, informó la prensa estatal.
En Asia, decenas de miles de personas abandonaron la capital de Bangladesh, Daca, en trenes y ferris abarrotados de gente que se dirigía a sus lugares de origen para celebrar la fiesta con su familia y amigos, mientras que en la capital indonesia, Yakarta, los musulmanes asistieron a las oraciones de la mañana.
La festividad también se celebra en África, con fieles en países como Somalia y Kenia asistiendo en masa a las oraciones, mientras que en Rusia, miles de musulmanes se reunieron para rezar en Moscú.
A la mezquita de al-Aqsa de Jerusalén acudieron en masa palestinos para las oraciones, mientras que en Irak las autoridades adoptaron medidas estrictas de seguridad, registrando a los fieles mientras entraban en la mezquita Abdul-Qadir al-Gilani en Bagdad.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, rezó en una mezquita en el barrio de Damasco de Daraya, que fue evacuado por los rebeldes y se rindió al control del Gobierno el mes pasado, informó la prensa estatal.
En Asia, decenas de miles de personas abandonaron la capital de Bangladesh, Daca, en trenes y ferris abarrotados de gente que se dirigía a sus lugares de origen para celebrar la fiesta con su familia y amigos, mientras que en la capital indonesia, Yakarta, los musulmanes asistieron a las oraciones de la mañana.
La festividad también se celebra en África, con fieles en países como Somalia y Kenia asistiendo en masa a las oraciones, mientras que en Rusia, miles de musulmanes se reunieron para rezar en Moscú.