Madre Teresa de Calcuta es un modelo de santidad, afirma Papa Francisco
El Papa Francisco exaltó la figura de la Madre Teresa de Calcuta como modelo de santidad, puesta a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana.

En una homilía pronunciada en la misa realizada en la canonización de la "santa de los pobres", Francisco la describió como una generosa dispensadora de misericordia divina.
La ceremonia sirvió de conclusión al Jubileo del Voluntariado y de los Operarios de Misericordia, el cual se efectuó en Vaticano durante los últimos tres días.
El Sumo Pontífice recordó que la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta en un momento de necesidad. Si fuera así -indicó- sería sin duda un hermoso sentimiento de humana solidaridad que produce un beneficio inmediato, pero sería estéril porque no tiene raíz.
El compromiso que el Señor pide -apuntó- es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor.
El Santo Padre exhortó a los voluntarios a seguir el ejemplo de la nueva santa de la Iglesia Católica para comprender que "nuestro único criterio de acción es el amor gratuito".
Asimismo, recordó cuando la Madre Teresa afirmó: "Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreir", para manifestar solidaridad a pesar de las barreras idiomáticas.
"Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura", concluyó.
La ceremonia sirvió de conclusión al Jubileo del Voluntariado y de los Operarios de Misericordia, el cual se efectuó en Vaticano durante los últimos tres días.
El Sumo Pontífice recordó que la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta en un momento de necesidad. Si fuera así -indicó- sería sin duda un hermoso sentimiento de humana solidaridad que produce un beneficio inmediato, pero sería estéril porque no tiene raíz.
El compromiso que el Señor pide -apuntó- es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor.
El Santo Padre exhortó a los voluntarios a seguir el ejemplo de la nueva santa de la Iglesia Católica para comprender que "nuestro único criterio de acción es el amor gratuito".
Asimismo, recordó cuando la Madre Teresa afirmó: "Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreir", para manifestar solidaridad a pesar de las barreras idiomáticas.
"Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura", concluyó.