Frei Betto: Ser solidarios con Cuba es volver al trabajo de base, a la alfabetización política
No hay mejor manera de ser solidario con la Revolución Cubana que preparar a la gente para cambiar nuestros países, mejorar el mundo, afirmó el sacerdote brasileño Frei Betto al dictar una conferencia magistral en el auditorio Manuel del Cabral de la Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, sede del VIII Encuentro Continental de Solidaridad con Cuba.

Al desarrollar el tema "Situación de América Latina y el Caribe. Trascendencia de la integración y la solidaridad con Cuba", Betto recomendó trabajar con los excluidos y convertirlos en militantes de la esperanza.
Citó un pasaje del Evangelio donde Jesús enaltece a una anciana que al donar lo que tenía para sus necesidades dio más que toda la gente rica que depositó mucho dinero en el tesoro del Templo de Jerusalén.
Al respecto dijo que Cuba es esa viejita en la solidaridad mundial, que a pesar de sus limitados recursos y de un criminal bloqueo impuesto hace más de medio siglo por Estados Unidos ha sido capaz de compartir lo que tiene con otros pueblos y desarrollar un sentimiento y una actitud de solidaridad internacional que la llevó a trabajar por la liberación de otros pueblos.
El sacerdote brasileño evocó también como millares de cubanos defendieron de invasiones mercenarias el territorio de Angola y cómo la batalla de Cuito Cuanavale garantizó la independencia de Namibia y el fin del apartheid en Sudáfrica.
También analizó la situación actual latinoamericana y los errores cometidos por algunos procesos, donde -a su juicio- faltó trabajo político y formación de conciencia y convocó a volver al trabajo de base, a hacer alfabetización política.
Al referirse a la situación de su país, Betto llamó a los amigos de la solidaridad a seguir presionando desde sus países al Senado de Brasil, denunciando el golpe contra Dilma Rousseff, y al mismo tiempo exhortó a salvar la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Una manera de ser solidarios con la Revolución cubana -dijo Betto- es volver a trabajar con los campesinos, con los obreros, con los desposeídos, organizar a los jóvenes y transformar a cada uno de ellos en militantes de la esperanza, de la utopía.
Por su parte, los participantes en la cita continental desarrollaron paneles sobre la participación de la mujer en el proceso de integración y la juventud frente a la crisis y alternativas solidarias.
Una de las mesas de trabajo abordó el Plan de acción continental de solidaridad con Cuba para derrotar el bloqueo y para la devolución del territorio ocupado por Estados Unidos en Guantánamo.
Otras se enfocaron en "El sistema colonial en el Caribe y la violación de los derechos humanos a los prisioneros políticos del imperio", y enfatizaron en la exigencia de libertad para los patriotas boricuas Oscar López Rivera y Ana Belén Montes, presos en Estados Unidos.
También fueron presentadas las obras "La contrarrevolución en Puerto Rico. El caso de Carlos Muñiz Varela", de los autores Jesús Arboleya, Raúl Alzaga y Ricardo Fraga; "El surgimiento de un líder", de Oscar Belliard; y "El Gabai", de Carlos Peña.
La jornada deparó una gran sorpresa, pues quedó abierta una exposición fotográfica sobre el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, presentada por Alejandro Castro y el Archivo del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
Citó un pasaje del Evangelio donde Jesús enaltece a una anciana que al donar lo que tenía para sus necesidades dio más que toda la gente rica que depositó mucho dinero en el tesoro del Templo de Jerusalén.
Al respecto dijo que Cuba es esa viejita en la solidaridad mundial, que a pesar de sus limitados recursos y de un criminal bloqueo impuesto hace más de medio siglo por Estados Unidos ha sido capaz de compartir lo que tiene con otros pueblos y desarrollar un sentimiento y una actitud de solidaridad internacional que la llevó a trabajar por la liberación de otros pueblos.
El sacerdote brasileño evocó también como millares de cubanos defendieron de invasiones mercenarias el territorio de Angola y cómo la batalla de Cuito Cuanavale garantizó la independencia de Namibia y el fin del apartheid en Sudáfrica.
También analizó la situación actual latinoamericana y los errores cometidos por algunos procesos, donde -a su juicio- faltó trabajo político y formación de conciencia y convocó a volver al trabajo de base, a hacer alfabetización política.
Al referirse a la situación de su país, Betto llamó a los amigos de la solidaridad a seguir presionando desde sus países al Senado de Brasil, denunciando el golpe contra Dilma Rousseff, y al mismo tiempo exhortó a salvar la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Una manera de ser solidarios con la Revolución cubana -dijo Betto- es volver a trabajar con los campesinos, con los obreros, con los desposeídos, organizar a los jóvenes y transformar a cada uno de ellos en militantes de la esperanza, de la utopía.
Por su parte, los participantes en la cita continental desarrollaron paneles sobre la participación de la mujer en el proceso de integración y la juventud frente a la crisis y alternativas solidarias.
Una de las mesas de trabajo abordó el Plan de acción continental de solidaridad con Cuba para derrotar el bloqueo y para la devolución del territorio ocupado por Estados Unidos en Guantánamo.
Otras se enfocaron en "El sistema colonial en el Caribe y la violación de los derechos humanos a los prisioneros políticos del imperio", y enfatizaron en la exigencia de libertad para los patriotas boricuas Oscar López Rivera y Ana Belén Montes, presos en Estados Unidos.
También fueron presentadas las obras "La contrarrevolución en Puerto Rico. El caso de Carlos Muñiz Varela", de los autores Jesús Arboleya, Raúl Alzaga y Ricardo Fraga; "El surgimiento de un líder", de Oscar Belliard; y "El Gabai", de Carlos Peña.
La jornada deparó una gran sorpresa, pues quedó abierta una exposición fotográfica sobre el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, presentada por Alejandro Castro y el Archivo del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.