Apodado el gran poeta de Rusia y considerado el fundador de la lengua rusa moderna, es el príncipe de los poetas rusos Alexander Serguéyevich Pushkin.

Este genio que sólo vivió treinta y siete años, dejó un amplio legado literario; Pushkin, quien murió en un duelo defendiendo el honor de su familia, compuso decenas de novelas, historias y epopeyas poéticas; se le atribuye también la colección y redacción de los cuentos populares para niños, convirtiéndola en una tendencia de la literatura contemporánea, a saber, la literatura infantil.

Se sabe sobre Pushkin que su bisabuelo de la rama materna fue Abram Gannibal  un príncipe etíope; esto explica el impacto oriental no en cuanto a su pelo rizado o su piel trigueña sino a su entusiasmo poético.

Dice el poeta en su poema “Simular al Corán”

Juro por la espada y la batalla de la intuición Juro por la cercanía y por la retirada Juro por la oración del día en declinación Juro por el brillo de la estrella de la alborada

El joven Alexander era rebelde durante sus años de escuela, pero su inteligencia y modales hicieron que sus maestros fueran condescendientes con él.

Serguéi Nakrasov, director del Instituto Pushkin dice: Pushkin pertenece a la época del inicio del siglo XIX, con todo lo que le acompañó a esa época de acontecimientos y cambios; Rusia había sufrido derrotas y logrado victorias; el Zar Alejandro I era ambicioso, pero no logró todo lo que había soñado y Pushkin fue influenciado por la fase que atravesó Rusia en aquel entonces.

En sus años de universidad fue influenciado por las ideas de la revolución francesa; adoptó el pensamiento de protesta a lo largo de su carrera literaria, para estar posteriormente influenciado por el movimiento de los decembristas fundado por oficiales libres de la nobleza rusa que quisieron derrocar al Zar y establecer un régimen republicano a semejanza de la revolución francesa.

Los poemas de Pushkin siguen vigentes y expresivos hasta el día de hoy no solo para Rusia sino para otras sociedades.