Explosiones en Kabul tras reunión de Kerry con Ashraf Qani
Varias explosiones sacudieron Kabul, tras la reunión sostenida entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el presidente afgano, Ashraf Qani.

Durante una rueda de prensa conjunta, celebrada este sábado en el Palacio de la Presidencia de Afganistán, John Kerry llamó a los talibanes a volver a participar en las conversaciones de paz con el Gobierno afgano, suspendidas durante casi un año.
Destacó, además, el compromiso de Washington en la lucha contra el terrorismo en el territorio afgano y en el equipamiento de las tropas de ese país.
Por su parte, Ashraf Qani señaló que en la unidad nacional radica la fuerza de su país, y que es necesaria la unión y la empatía entre todos los estratos políticos de la nación.
El titular estadounidense afirmó que no hay ningún cambio en los planes del presidente Barack Obama sobre el número de las fuerzas norteamericanas en Afganistán.
Al referirse al acuerdo de la formación de un gobierno de unidad en el país asiático, firmado en 2014 con la mediación de Washington por los candidatos presidenciales Abdulá Abdulá y Ashraf Qani, explicó que el gobierno durará cinco años y que durante los primeros dos años se modificará la estructura política.
Qani habló de la corrupción que sacude al país como un cáncer que azota el cuerpo político y social de Afganistán e insistió en que el gobierno de unidad no lo va a aguantar.
Unas horas después de esta reunión, varias explosiones sacudieron la zona diplomática de la capital de Afganistán.
Medios locales confirmaron que tres cohetes fueron disparados el sábado por la noche en las regiones PD2 y PD10, cerca de la embajada de EE.UU. en Kabul, lugar donde también se escucharon disparos. Por el momento, ningún grupo se ha atribuido la autoría de las explosiones y se desconoce si el incidente dejó víctimas y daños materiales.
En la misma jornada, Kerry tuvo un encuentro con su homólogo afgano, Salahuddin Rabbani, y aseveró el apoyo de Washington a la soberanía, independencia e integridad territorial del país asiático.
Confirmó que EE.UU. continuará su cooperación en materia de seguridad con el Gobierno de Kabul, y por tanto unos 500 soldados estadounidenses permanecerán en Afganistán, medida apoyada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Destacó, además, el compromiso de Washington en la lucha contra el terrorismo en el territorio afgano y en el equipamiento de las tropas de ese país.
Por su parte, Ashraf Qani señaló que en la unidad nacional radica la fuerza de su país, y que es necesaria la unión y la empatía entre todos los estratos políticos de la nación.
El titular estadounidense afirmó que no hay ningún cambio en los planes del presidente Barack Obama sobre el número de las fuerzas norteamericanas en Afganistán.
Al referirse al acuerdo de la formación de un gobierno de unidad en el país asiático, firmado en 2014 con la mediación de Washington por los candidatos presidenciales Abdulá Abdulá y Ashraf Qani, explicó que el gobierno durará cinco años y que durante los primeros dos años se modificará la estructura política.
Qani habló de la corrupción que sacude al país como un cáncer que azota el cuerpo político y social de Afganistán e insistió en que el gobierno de unidad no lo va a aguantar.
Unas horas después de esta reunión, varias explosiones sacudieron la zona diplomática de la capital de Afganistán.
Medios locales confirmaron que tres cohetes fueron disparados el sábado por la noche en las regiones PD2 y PD10, cerca de la embajada de EE.UU. en Kabul, lugar donde también se escucharon disparos. Por el momento, ningún grupo se ha atribuido la autoría de las explosiones y se desconoce si el incidente dejó víctimas y daños materiales.
En la misma jornada, Kerry tuvo un encuentro con su homólogo afgano, Salahuddin Rabbani, y aseveró el apoyo de Washington a la soberanía, independencia e integridad territorial del país asiático.
Confirmó que EE.UU. continuará su cooperación en materia de seguridad con el Gobierno de Kabul, y por tanto unos 500 soldados estadounidenses permanecerán en Afganistán, medida apoyada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).