Lula no tendrá superpoderes, llega al gobierno para ayudar a Brasil, dice Presidenta
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva llega al Gobierno solo con los poderes necesarios para ayudar a Brasil, afirmó la jefa de Estado, Dilma Rousseff.

En conferencia de prensa, la mandataria negó que el ministro-jefe de la Casa Civil fuera a tener superpoderes y tampoco que para aceptar el cargo hiciera alguna exigencia en particular.
"Ese no es el perfil del presidente Lula; él no actúa de esa forma", subrayó.
Dilma subrayó que Lula tiene amplio conocimiento del país y sus necesidades, y cuenta con una inequívoca experiencia, así como con el capital político que le aporta el hecho de ser un hábil articulador.
Destacó, además, el compromiso de Lula con las políticas estratégicas del país y con la estabilidad fiscal y el control de la inflación, lo cual demostró a lo largo de sus ocho años de gobierno.
Advirtió que la llegada del fundador del Partido de los Trabajadores (PT) al gabinete no implicará un viraje hacia una política de dispendio fiscal, ni que estén planteados otros cambios inmediatos en el equipo.
Recordó que durante su mandato y los de Lula fueron construidas con mucho esfuerzo las reservas internacionales, que hoy rebasan los 370 mil millones de dólares y permiten al país protegerse contra las fluctuaciones internacionales.
También desmintió que la entrada de Lula al gabinete esté relacionada con una presunta protección de su persona contra investigaciones que se siguen por casos de corrupción.
Explicó que el hecho de existir la prerrogativa de fueros privilegiados no significa que vaya a detenerse la investigación, sino sólo cambia de una instancia a otra: de la jurisdicción del juez Sergio Moro a la del Supremo Tribunal Federal.
La designación de Lula como ministro-jefe de la Casa Civil fue publicada hoy mismo en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Federación, y también las de Eugenio José Guilherme de Aragao en el Ministerio de Justicia y de Mauro Ribeiro Lopes en la Secretaría de Aviación Civil, entre otras.
Algunos medios de prensa brasileños reflejaron protestas en as afueras del Palacio de Planalto para protestar la decisión. Trascendió que la Policía Militar tuvo que lanzar gas pimienta para evitar que agredieran a un grupo de personas que apoyaban con carteles al gobierno de Rousseff.
"Ese no es el perfil del presidente Lula; él no actúa de esa forma", subrayó.
Dilma subrayó que Lula tiene amplio conocimiento del país y sus necesidades, y cuenta con una inequívoca experiencia, así como con el capital político que le aporta el hecho de ser un hábil articulador.
Destacó, además, el compromiso de Lula con las políticas estratégicas del país y con la estabilidad fiscal y el control de la inflación, lo cual demostró a lo largo de sus ocho años de gobierno.
Advirtió que la llegada del fundador del Partido de los Trabajadores (PT) al gabinete no implicará un viraje hacia una política de dispendio fiscal, ni que estén planteados otros cambios inmediatos en el equipo.
Recordó que durante su mandato y los de Lula fueron construidas con mucho esfuerzo las reservas internacionales, que hoy rebasan los 370 mil millones de dólares y permiten al país protegerse contra las fluctuaciones internacionales.
También desmintió que la entrada de Lula al gabinete esté relacionada con una presunta protección de su persona contra investigaciones que se siguen por casos de corrupción.
Explicó que el hecho de existir la prerrogativa de fueros privilegiados no significa que vaya a detenerse la investigación, sino sólo cambia de una instancia a otra: de la jurisdicción del juez Sergio Moro a la del Supremo Tribunal Federal.
La designación de Lula como ministro-jefe de la Casa Civil fue publicada hoy mismo en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Federación, y también las de Eugenio José Guilherme de Aragao en el Ministerio de Justicia y de Mauro Ribeiro Lopes en la Secretaría de Aviación Civil, entre otras.
Algunos medios de prensa brasileños reflejaron protestas en as afueras del Palacio de Planalto para protestar la decisión. Trascendió que la Policía Militar tuvo que lanzar gas pimienta para evitar que agredieran a un grupo de personas que apoyaban con carteles al gobierno de Rousseff.