Rousseff aborda con Lula su eventual membresía en el Gobierno
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunió nuevamente con su antecesor Lula da Silva para negociar su posible entrada en el Gobierno.
La primera jornada de esta negociación entre Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva se celebró el martes en el Palacio de Alvorada, sede presidencial de Brasil, con el fin de abordar los términos de la eventual incorporación de Lula al Gobierno.
Lula podría asumir la Secretaría de Gobierno, encargada de la articulación entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, o la jefatura de Gabinete.
A pesar de que la Presidencia brasileña todavía no ha anunciado el resultado de la referida reunión, el diputado José Guimaraes, líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) —también el partido de Lula— ha asegurado a través de su cuenta en la red social Twitter que el exmandatario brasileño será jefe de Gabinete de Brasil.
Este paso se produce en el mismo momento en el que se llevan a cabo investigaciones contra Lula, acusado de implicación en unos supuestos enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero, en relación con las constructoras acusadas de sobrevalorar contratos con la estatal Petrobras.
La posible entrada en el Gobierno brasileño de Da Silva recibió el respaldo del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, quien declaró que la membresía del expresidente en el Gobierno brasileño corresponde a un acto de legítima defensa política.
Rousseff calificó que la eventual membresía de su antecesor en su Gabinete sería un "gran orgullo". De igual manera, el propio Lula manifestó su deseo de volver a la Presidencia, al referirse a la campaña de descrédito que considera como un motivo para seguir adelante en la vida política, lo que le impide hacer la Fiscalía brasileña.
Lula podría asumir la Secretaría de Gobierno, encargada de la articulación entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, o la jefatura de Gabinete.
A pesar de que la Presidencia brasileña todavía no ha anunciado el resultado de la referida reunión, el diputado José Guimaraes, líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) —también el partido de Lula— ha asegurado a través de su cuenta en la red social Twitter que el exmandatario brasileño será jefe de Gabinete de Brasil.
Este paso se produce en el mismo momento en el que se llevan a cabo investigaciones contra Lula, acusado de implicación en unos supuestos enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero, en relación con las constructoras acusadas de sobrevalorar contratos con la estatal Petrobras.
La posible entrada en el Gobierno brasileño de Da Silva recibió el respaldo del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, quien declaró que la membresía del expresidente en el Gobierno brasileño corresponde a un acto de legítima defensa política.
Rousseff calificó que la eventual membresía de su antecesor en su Gabinete sería un "gran orgullo". De igual manera, el propio Lula manifestó su deseo de volver a la Presidencia, al referirse a la campaña de descrédito que considera como un motivo para seguir adelante en la vida política, lo que le impide hacer la Fiscalía brasileña.