Los participantes en la Convención Internacional contra el Dopaje en el Deporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), examinan las medidas emprendidas hasta ahora contra esa práctica con el fin de proponer nuevas soluciones.

Para la directora general de la Unesco, Irina Bokova, el dopaje es una práctica perjudicial y poco deportiva que ensombrece alguno de los grandes eventos.

Es ciertamente penoso ver a un atleta admirado obligado a devolver sus medallas o trofeos, humillado ante la evidencia del uso de sustancias prohibidas para alcanzar mejores resultados, enfatizó.

Bokova señaló que estos incidentes minan la confianza del público en los resultados competitivos e impiden que el deporte cumpla su función de estímulo de relaciones sociales esenciales, respeto mutuo y entendimiento.

La importancia de reforzar la cooperación a diferentes niveles resultó uno de los principales planteamientos formulados ayer, durante la primera jornada del evento.

Los asistentes insistieron en la necesidad de coordinar esfuerzos en el plano internacional para combatir una práctica que en ocasiones opaca el brillo de los certámenes deportivos.

También consideraron esencial defender los principios éticos y los valores que deben caracterizar el desempeño de los atletas.

En tal sentido, apuntaron que puede resultar de gran ayuda la actualización de la legislación, la implementación de políticas de prevención eficaz y de sensibilización dirigidas a los actores del medio deportivo y al gran público en general, así como el apoyo de los medios de comunicación masiva.