El domingo uniformados israelíes entraron en el sitio sagrado musulmán y utilizaron granadas de aturdimiento contra los congregados.

Al menos 150 policías israelíes atacaron a los palestinos que se encontraban en la mezquita para realizar el rezo matutino. Cinco de ellos resultaron heridos durante el ataque, uno se encuentra en estado crítico, informó la agencia de noticias Sama.

En protestas, los ciudadanos palestinos lanzaron piedras contra los militares israelíes que trataban de acceder al patio de la mezquita. 

Agentes de la policía israelí prohibieron el ingreso de todos los palestinos al tercer lugar sagrado del Islam, y detuvieron a varios de ellos. 

Por su parte, el Movimiento de la Resistencia Islámica de Líbano (HAMAS) tachó de “crimen de guerra” el nuevo ataque de los soldados israelíes contra los palestinos en el recinto de la Mezquita Al-Aqsa.

En los últimos meses, las fuerzas y los colonos israelíes intensificaron sus ataques contra Al-Aqsa, pero el ataque israelí del domingo fue uno de los más brutales en los últimos años.

Este lunes resultaron heridos varios periodistas, cuando las fuerzas israelíes dispararon granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos en el lugar sagrado.

Nuestro camarógrafo, Ayman Abu Rumouz, también agredido dentro de una tienda en la que se refugió durante los enfrentamientos, mientras que otro camarógrafo, Mustafa al-Kharouf, sufrió una lesión en la cabeza y fue detenido.

Layali Ubeid, reportero de Shabakat al-Quds, recibió una orden de citación para ser interrogado, mientras que Christine Rinawi de Palestina TV fue alcanzada por la metralla de una granada de aturdimiento.

La policía israelí esgrimió como pretexto que habían entrado al recinto de la Mezquita con la excusa de asegurar de que jóvenes palestinos no acosaran a judíos o turistas durante las horas de visita de la mañana .

Manifestantes palestinos temen que Israel tratará de cambiar las reglas que rigen el sitio, con los grupos judíos de extrema derecha, y para ello presionará por un mayor acceso al complejo de la Mezquita y darán luz verde a los esfuerzos de las organizaciones marginales judías para erigir un nuevo templo.

El ultraderechista israelí y ministro de Agricultura, Uri Ariel, fue uno de los activistas judíos que visitaron el domingo la zona para provocar incidentes, informaron medios de Tel Aviv.