En las últimas semanas las calles de Beirut se erigieron en escenarios de protestas de los movimientos "Apestan" y "Queremos castigar", tras el desalojo del Ministerio de Ambiente que dejó decenas de heridos y detenidos. 

Ambas formaciones sociales expresaron su repudio por el uso de las fuerzas  contra los manifestantes. Rostros ensangrentados y otras lesiones eran visibles en algunos de los ocupantes, que posteriormente fueron asistidos por otros indignados en franco gesto de solidaridad.

Si bien el ministro del Interior, Nouhad Mashnouq, prometió castigar a los agentes oorden que participaron en la reprimenda, hasta el momento no se ha reportado ninguna medida al respecto.

A lo largo de la semana, los protestantes  corearonn consignas como "ladrones, que se vayan" y "el pueblo quiere la caída del gobierno". 

Analistas pronosticaron que las protestas pudieran subir de tono en las próximas semanas si no se brindan las soluciones apropiadas para los males que aquejan a los manifestantes.

Por otro lado, también alertaron del oportunismo de líderes de partidos que, al margen del móvil visible de las movilizaciones, apelaron a solucionar otros problemas del país como la elección del presidente.

También el comité de abogados de la campaña "Queremos Rendición de Cuentas” exigió prohibir la detención de manifestantes y obligar a las autoridades militares a no disparar balas en las manifestaciones.

En ese sentido, esa organización continuará presentando demandas contra todo aquel que haya agredido a cualquier manifestante durante las movilizaciones en el centro de Beirut desde hace unos días.   

Por su parte, el presidente del bloque libanés de Cambio y Reforma, el diputado Michel Aun describió las demandas de los protestantes como justas. Señaló, además, que el ocultamiento de información practicado por algunos dirigentes de la sociedad civil levanta interrogantes.