Alerta Teherán sobre agravamiento de situación en Yemen
Irán advirtió del agravamiento de la situación en Yemen y las consecuencias de que la crisis se torne más compleja, al tiempo que abogó por soluciones políticas para ese conflicto y el de Siria.

El viceministro de Relacione Exteriores para Asuntos Árabes y
Africanos, Hossein Amir-Abdollahian, reveló que trató el asunto vía
telefónica con el enviado especial de la ONU para Yemen, el mauritano
Ismail Ould Cheikh Ahmed, a quien aseguró que Teherán adopta posturas
sostenidas en temas regionales.
Amir-Abdollahian señaló que las operaciones militares de Arabia Saudita en Yemen no ayuda a hallar una salida pacífica a la crisis y, por el contrario, complica la actual situación, ratificó que su país pone énfasis en la necesidad de solventar los problemas regionales mediante el diálogo y las soluciones diplomáticas, pero desafortunadamente -lamentó- la sociedad mundial permanece callada sobre lo que ocurre en aquel país árabe.
Indicó que la matanza de personas indefensas, incluidos niños y mujeres, va contra los principios de derechos humanos internacionales, y quienes ejecutan los ataques militares en Yemen deben responder por las consecuencias.
También apeló al rol constructivo de la ONU en dicho conflicto y consideró que el cese de las hostilidades y una solución inter-yemenita son la única forma de poner fin a la crisis.
Cheikh Ahmed manifestó -a su vez- la certeza de que la paz se impondrá a la guerra en el país de la península Arábiga, y coincidió con la república islámica en que un cese del fuego sostenido y un arreglo político entre grupos y partidos son la mejor opción.
La ONU mantendrá sus esfuerzos en ese sentido, remarcó al apuntar que "indudablemente, evitar la guerra y enfocarse en la solución política beneficiará no sólo a Yemen, sino también a toda la región".
El presidente del parlamento iraní, Alí Larijani, se entrevistó en Teherán con el canciller sirio, Walid Al-Moallem, y elogió que Damasco esté en la línea de vanguardia de la resistencia contra las potencias de Occidente e Israel.
Amir-Abdollahian señaló que las operaciones militares de Arabia Saudita en Yemen no ayuda a hallar una salida pacífica a la crisis y, por el contrario, complica la actual situación, ratificó que su país pone énfasis en la necesidad de solventar los problemas regionales mediante el diálogo y las soluciones diplomáticas, pero desafortunadamente -lamentó- la sociedad mundial permanece callada sobre lo que ocurre en aquel país árabe.
Indicó que la matanza de personas indefensas, incluidos niños y mujeres, va contra los principios de derechos humanos internacionales, y quienes ejecutan los ataques militares en Yemen deben responder por las consecuencias.
También apeló al rol constructivo de la ONU en dicho conflicto y consideró que el cese de las hostilidades y una solución inter-yemenita son la única forma de poner fin a la crisis.
Cheikh Ahmed manifestó -a su vez- la certeza de que la paz se impondrá a la guerra en el país de la península Arábiga, y coincidió con la república islámica en que un cese del fuego sostenido y un arreglo político entre grupos y partidos son la mejor opción.
La ONU mantendrá sus esfuerzos en ese sentido, remarcó al apuntar que "indudablemente, evitar la guerra y enfocarse en la solución política beneficiará no sólo a Yemen, sino también a toda la región".
El presidente del parlamento iraní, Alí Larijani, se entrevistó en Teherán con el canciller sirio, Walid Al-Moallem, y elogió que Damasco esté en la línea de vanguardia de la resistencia contra las potencias de Occidente e Israel.