El sábado 13 de diciembre se realizaron marchas contra la brutalidad policial a lo largo de los Estados Unidos. Las más numerosas se registraron en Washington D.C. y en Nueva York. En la ciudad de Oakland, California más de 15.000 personas marcharon hacia el edificio de la Corte Superior del Estado de California, Condado de Alameda.  La multitudinaria marcha de personas de todas las edades, razas y credos, marchó por las calles de Oakland portando carteles denunciando la brutalidad policial y reclamando justicia para los afroamericanos asesinados por policías blancos, quienes a pesar de sus crímenes fueron absueltos por el sistema de justicia. Los manifestantes gritaban  slogans como "La vida de los negros cuenta", "El racismo mata", y "No puedo respirar!" en referencia a las últimas palabras de Eric Garner, afroamericano asesinado el 17 de julio en manos de policías blancos.