Zoco ‘Al-Attarin’, un lugar encantador y particular en el viejo Damasco
El arte de la perfumería ocupa cada vez más un lugar especial en lo cotidiano.
Higiénico y sensual, el perfume siempre ha seducido a la gente, así que el arte de la perfumería ocupa cada vez más un lugar especial en lo cotidiano. Desde el siglo XIX, se perfuma la ropa, los interiores y se colocan bolsitas perfumadas en los armarios. ¿Pero cómo se desarrolló esta artesanía a lo largo de los siglos?
Las primeras fabricaciones de fragancias se remontan al año 7000 A. C., en Mesopotamia. Los primeros fueron los fenicios quienes se beneficiaron del saber-hacer de los egipcios en materia de perfumes, que transmitieron a los griegos. Con la expansión del comercio, pudieron importar azafrán e incienso de Oriente Próximo. Y se desarrolló aún más con la introducción de nuevas aromas como el ámbar, el jazmín, el cacao y la vainilla.
Como lo señala Abu El Nour: "Es un trabajo del que estoy muy orgulloso. Somos profesionales en la familia desde hace varias décadas. ¡Magnífica herencia de los antepasados! Desde 1980, tengo mi propio negocio. Y mis hijos se harán cargo de la continuación. Tengo muchas solicitudes de aromas orientales de ámbar, almizcle y oud. Así que importamos sólo algunas materias de Alemania y Francia. Es un trabajo artesanal que pide paciencia, gusto y buen olfato. Ahora logro distinguir hasta siete olores al mismo tiempo”.
Este zoco ‘Al-attarin’ tiene un olor muy particular que surge desde hace más de trescientos años, lo que llama la atención desde lejos y atrae a los transeúntes.
Abu El Nour añade: “Mis abuelos destilaban flores, la rosa shami y el jazmín, las mezclaban con hierbas. Con mucha experiencia, habilidad y ciencia pudieron desarrollar la profesión incluyendo otros sabores. En Oriente, las materias primas están al alcance de la mano puesto que las fragancias se extraen de las flores y plantas aromáticas que perfuman los patios de las casas árabes, como el lila, el jazmín, la gardenia, los limoneros o los naranjos Es una formación completa en sí misma”.
Una verdadera elaboración, esta artesanía. Representa un trabajo que necesita mucha exactitud en la composición de los productos porque los perfumes damascenos son no sólo fragancias sino también aplicaciones terapéuticas psicológicas, nerviosas y físicas. ¡Por eso, ser perfumista hace oficio tanto de médico como de artesano!