En su primer día de trabajo, un guardia de seguridad "aburrido" dibujó figuras sin rostro en un museo ruso, vandalizando una valiosa pintura vanguardista.

"Tres figuras", de Anna Leporskaya, fue pintado entre 1932 y 1934 y estaba asegurado por 75 millones de rublos (1,3 millones de dólares, 740 mil libras). Cuando el guardia llamó la atención sobre ella con un bolígrafo, estaba expuesta como parte de una muestra de arte abstracto en el Centro Presidencial Boris Yeltsin de Ekaterimburgo.

En un comunicado, Alexander Drozdov, director ejecutivo del Centro Yeltsin, no nombró al guardia de seguridad, pero afirmó que trabajaba para una empresa de seguridad privada y que fue despedido.

Según Anna Reshetkina, directora de la exposición, el cuadro fue desfigurado "con un bolígrafo de la marca Yeltsin".

"Sus motivos aún se desconocen, pero la administración cree que se trata de un lapsus de cordura", dijo.

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"La tinta ha penetrado ligeramente en la capa de pintura, ya que el blanco de titanio utilizado para pintar los rostros no está cubierto con barniz de autor, como suele ocurrir en la pintura abstracta de la época", escribió Ivan Petrov en el Periódico del Arte, que dio a conocer la noticia.

"Afortunadamente, el vándalo dibujó con un bolígrafo sin presión fuerte, por lo que el relieve de los trazos en su conjunto no se vio alterado. La figura de la izquierda también tenía un pequeño desmoronamiento de la capa de pintura hasta la capa subyacente en la cara".

Dos visitantes denunciaron el grafiti a un empleado de la galería el 7 de diciembre. El cuadro fue retirado de la exposición y devuelto a la Galería Estatal Tretyakov de Moscú, que lo había tomado prestado.

Los expertos en reparación de la Tretyakov han calculado que el trabajo costará 250 mil rublos (4 mil 600 dólares).

El 20 de diciembre, el Centro Yeltsin denunció los daños a la policía, pero el Ministerio del Interior de Ekaterimburgo declinó en un principio presentar cargos, ya que los daños se consideraron "insignificantes".

Según los medios de comunicación rusos, el Ministerio de cultura acabó protestando ante la fiscalía general por el retraso de la acción, y la policía confirmó la semana pasada que se había iniciado una investigación. Al culpable se le podría imponer una multa y hasta tres meses de prisión.

El resto de las obras de la exposición han sido protegidas por pantallas de protección instaladas por el Centro Yeltsin.