Un elemento permitió a las estructuras romanas sobrevivir durante años
Los científicos descubrieron minerales de color blanco brillante nombrados clastos de cal.
La durabilidad del cemento utilizado por los romanos, por ejemplo en el Panteón de Agripa, tiene su origen en una fórmula a base de cal viva, según reveló un reciente estudio publicado por la revista Science Advances.
Tras analizar el hormigón de dos mil años de antigüedad, los expertos descubrieron elementos minerales de color blanco brillante conocidos como clastos de cal.
Los investigadores determinaron que esos fragmentos de roca caliza desarrollan características útiles en el endurecimiento del concreto.
Para probar su hipótesis, el equipo creó dos muestras de cemento, una con la fórmula antigua y la otra a partir de los parámetros modernos.
Al cabo de dos semanas, el agua no fluía a través del concreto hecho con la "receta" romana, mientras pasaba sin problemas por el trozo sin cal viva.
Durante muchos años, los científicos pensaron que las cenizas volcánicas de la zona de Pozzuoli, en la bahía de Nápoles, hacían resistencias a las estructuras.
Este tipo de ingrediente llegaba a toda Roma para su uso en la construcción, y arquitectos e historiadores de la época lo describieron como un componente fundamental del hormigón, detalló el Instituto Tecnológico de Massachusetts en un comunicado.
Los autores del estudio refirieron que ambos componentes son importantes, pero hasta entonces los especialistas desconocían la aplicación de la cal.