Los glaciares de base marina aceleraron el calentamiento global
Investigadores de la Universidad de Barcelona estudiaron el cambio climático a través de las estalagmitas de la vertiente cantábrica.
La intensidad y velocidad del deshielo durante la penúltima desglaciación fueron muy superiores a las consideradas hasta ahora, según un estudio publicado en la revista Nature Communications.
De acuerdo con la investigación, en este escenario de cambio climático, la inestabilidad de los glaciares con base marina —los que desembocan directamente en el océano— decidió en la aceleración del calentamiento global.
Conocer con precisión la velocidad del proceso de deshielo polar es uno de los grandes desafíos científicos frente al cambio climático. El análisis de las desglaciaciones del pasado —a pesar de no ser análogas de la situación actual— aporta un escenario experimental para determinar la velocidad de respuesta de estos territorios.
Estalagmitas de la vertiente cantábrica
La penúltima desglaciación es un período de difícil datación a través de registros marinos. El nuevo trabajo analiza las estalagmitas en las cuevas de la vertiente cantábrica de la península Ibérica.
“Hasta ahora, esta penúltima desglaciación, solo estaba bien fechada en registros de cuevas de zonas tropicales (Asia y Sudamérica) pero en ningún caso eran capaces de captar la señal de deshielo sobre el Atlántico norte”, detalló Isabel Cacho, investigadora de la Universidad de Barcelona.
El uso de las estalagmitas como sensores climáticos permite establecer cronologías con alta precisión científica. Pero, además, la química del carbonato que forma las estalagmitas recoge importantes variables climáticas.
La fragilidad de los glaciares con base marina
Los glaciares con base marina marcaron en el proceso de aceleración del calentamiento de la penúltima desglaciación. “Las corrientes marinas son estructuras más fluidas y frágiles; por eso, aumentan la velocidad de progresión del glaciar”, explicó la profesora Judit Torner, miembro del Grupo de Investigación Consolidado en Geociencias Marinas y coautora del trabajo.
Actualmente, buena parte de los glaciares de Groenlandia y de la Antártida disponen de una base marina que muestra indicios de deshielo y desestabilización.
Otro motivo de preocupación es que los procesos oceánicos y atmosféricos que reaccionaron al deshielo, “pero la penúltima desglaciación —indica Isabel Cacho— tiene un carácter singular porque dio paso a un período interglacial más cálido que el actual (del orden de unos 0,5-1,5 grados Celsius superior a las temperaturas preindustriales)”.
Estas condiciones perduraron durante siglos y causaron un deshielo superior en Groenlandia y la Antártida. En aquel entonces, el mar subió unos cinco o seis metros por encima del nivel actual.