Hungría exige escuchar los latidos del feto antes de abortar
Una nueva regulación obliga a las mujeres a presentar un certificado sobre los signos vitales del feto antes de interrumpir el embarazo.
El decreto del Gobierno de Hungría que obliga a las mujeres a escuchar el latido del corazón del feto antes del aborto, entró en vigor durante esta semana, en medio de críticas de ONGs que defienden los derechos de las mujeres.
"La enmienda anunciada no es otra cosa que una medida dañina que solo sirve para humillar a mujeres que ya se encuentran en una situación muy difícil", aseguró la ONG Unión por los Derechos Fundamentales (Tasz).
Según la fuente, el Gobierno solo quiere hacer más difícil el aborto y subraya que hasta la quinta o sexta semana el latido del corazón no es detectable, lo que hace más difícil el proceso administrativo de la medida.
El ministro de Interior, Sándor Pintér, emitió el lunes un decreto que determina que antes de interrumpir el embarazo, la mujer debe presentar la información sobre los signos vitales del feto.
En cambio, la organización Patent, por los derechos de las mujeres, aseguró que esto haría más difícil el aborto. "Es terriblemente perturbador", afirma la ONG, citada por el diario digital 444.hu.
Por su parte, la Cámara de Médicos (MOK) recordó que los profesionales de la salud también deben detectar los signos vitales del feto e informar a la madre sobre ellos. Así la MOK afirma que cuando el asunto "se sitúa en el espacio político solo se daña a todos los afectados".
La actual ley de aborto, en vigor desde 1992, determina que hasta la semana 12 de la gestación la mujer puede optar libremente por el futuro de sus hijos; y bajo ciertas condiciones, sobre todo si está en peligro la vida de la madre, se puede interrumpir el embarazo posterior a la semana 12 de gestación.