¿Cómo encaja Teherán en la estrategia Rusia-China?
Aunque no son socios estratégicos, como en el caso de la alianza Rusia-China, un artículo publicado en el sitio digital The Saker señala que Rusia-China-Irán siguen siendo la tríada crucial en el proceso de integración de Eurasia en curso, de varios niveles y a largo plazo.
Según un artículo publicado en el sitio digital The Saker, de la autoría de Pepe Escobar, complejo ni siquiera comienza a describir la posición de Irán-Rusia en el tablero de ajedrez geopolítico.
Aunque no son socios estratégicos, como en el caso de la alianza Rusia-China, apunta Escobar, Rusia-China-Irán siguen siendo la tríada crucial en el proceso de integración de Eurasia en curso, de varios niveles y a largo plazo.
El texto de The Saker señala que pocos días después del informe del Asia Times, un artículo -basado en "fuentes de alto rango cercanas al régimen iraní" y repleto de alarmismo, acusaciones infundadas de corrupción e ignorancia absoluta sobre cuestiones militares clave- afirmaba que Rusia convertiría los puertos iraníes de Bandar Abbas y Chabahar en bases militares avanzadas con submarinos, fuerzas especiales de Spetsnaz y aviones de combate Su-57, aplicando así un "control de estrangulamiento" en el Golfo Pérsico.
De acuerdo con Escobar, para empezar, "fuentes de alto rango cercanas al régimen iraní" nunca revelarían detalles tan delicados de seguridad nacional, y mucho menos a los medios angloamericanos extranjeros.
En el caso de Escobar, que ha hecho varias visitas a Irán mientras informaba constantemente sobre Irán para el Asia Times, y aunque las autoridades a muchos niveles saben de dónde viene, no ha logrado obtener respuestas de los generales del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica a 16 preguntas detalladas que envió hace casi un mes.
Según sus interlocutores, estos son considerados "demasiado sensibles" y, sí, una cuestión de seguridad nacional.
Como era de esperar, el informe fue totalmente desacreditado. Una de las principales fuentes de Escobar en Teherán, a la que le preguntó sobre su veracidad, fue contundente: "Absolutamente no". Después de todo, la constitución de Irán prohíbe decididamente las tropas extranjeras estacionadas en territorio nacional.
El Majlis -el Parlamento iraní- nunca aprobaría una medida de este tipo, a menos que se trate de un caso extremo, como en el seguimiento de un ataque militar estadounidense.
En cuanto a la cooperación militar entre Rusia e Irán, los próximos ejercicios militares conjuntos en la "parte norte del Océano Índico", incluido el Estrecho de Ormuz, son la primera ocasión de este tipo, que sólo ha sido posible gracias a un acuerdo especial.
Precisa Escobar que el analista Gennady Nechaev está más cerca de la realidad cuando señala que, en caso de que aumente la cooperación entre Rusia e Irán, se abriría la posibilidad de "una base permanente de la Armada rusa en uno de los puertos iraníes con la provisión de un aeródromo cercano, el mismo tipo de acuerdo que Tartus y Hmeimim en la costa mediterránea de Siria". Llegar hasta allí, sin embargo, sería un camino largo y sinuoso.
Y eso nos lleva a Chabahar, lo que plantea una pregunta interesante. Chabahar es un puerto de aguas profundas, en el Golfo de Omán y la tabla clave en la visión de la mini-Silk Road de la India. India invirtió mucho en Chabahar, para conectarlo por carretera a Afganistán y Asia Central y en el futuro por ferrocarril al Cáucaso. Todo esto para que la India pueda eludir a Pakistán en lo que respecta a las rutas comerciales.
Chabahar, sin embargo, también puede convertirse en un nodo importante de la Iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda, o Belt and Road Initiative. La India y China -así como Rusia- son miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai. Irán, tarde o temprano, también se convertirá en miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghai. Sólo entonces se abre la posibilidad de que la marina rusa o china atraque ocasionalmente en Chabahar, pero sin utilizarla como base militar de avanzada.
En cuanto a Irán, la asociación estratégica Rusia-China está trabajando en paralelo, opina Escobar.
En ese sentido, señala que la prioridad de China es el suministro de energía, y Pekín trabaja el tablero de ajedrez en consecuencia. El embajador chino en los Emiratos Árabes Unidos acaba de emitir un globo de prueba, mencionando que Beijing podría considerar la posibilidad de escoltar buques petroleros a través del Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz. Esto podría ocurrir de forma independiente o -la zanahoria colgante- como parte de la Operación Centinela de Washington, que por el momento sólo ha conseguido encontrar una "coalición de los miembros dispuestos": el Reino Unido.
Lo que está sucediendo ahora mismo en el Golfo Pérsico, comenta Escobar, es mucho más entretenido.
“Como confirmé con los comerciantes de energía en Doha a finales del mes pasado, la demanda de petróleo en este momento es mayor que en 2018. Y, en consecuencia, Irán sigue vendiendo la mayor parte de su petróleo”.
Un buque cisterna sale de Irán con el transpondedor apagado; el petróleo se transfiere a otro buque cisterna en alta mar; y luego se vuelve a etiquetar. Según un comerciante, "si se retiran del mercado entre dos y tres millones de barriles diarios por las sanciones a Venezuela e Irán, además de los recortes de la OPEP, habría que ver un precio más alto".
No hay precio más alto. El crudo Brent se mantiene cerca de su nivel más bajo de los últimos siete meses, en torno a los 60 dólares el barril. Esto significa que Irán sigue vendiendo, sobre todo a China. Ese globo de prueba que flotaba en los Emiratos Árabes Unidos bien podría ser China camuflando sus continentes.