El dilema de Netanyahu
Benjamín Netanyahu se convierte en una máquina que produce crisis, una máquina que tiene que ser destruida al final por sus fracasos en la región, que han llegado al corazón de Hebrón, en Palestina. Y según aquellos que siguen su historial judicial, lleno de cargos de corrupción, el fin del primer ministro israelí puede estar en la cárcel.

Benjamín Netanyahu se convierte en una máquina que produce crisis, una máquina que tiene que ser destruida al final por sus fracasos en la región, que han llegado al corazón de Hebrón, en Palestina. Y según aquellos que siguen su historial judicial, lleno de cargos de corrupción, el fin del primer ministro israelí puede estar en la cárcel.
Sus agresivos ataques contra Siria lo llevaron a correr a Moscú para frenar el proyecto de acuerdo de misiles S-300, mientras, ya este sistema de misiles ahora está en manos de Damasco y sus incursiones ya están disuadidas; al igual en Irak, donde y después de estar involucrado en una serie de ataques contra los campamentos de las Fuerzas de la Movilización Popular, ya hoy en día las fuerzas de la resistencia en Bagdad lograron detener sus ataques.
Sus agresiones recibieron la bofetada del siglo en la frontera libanesa-palestina por parte de la resistencia. La Bofetada del siglo, lo decimos en el mismo término que Donald Trump le gustaría describirla las cosas.
Desde la puerta sur de El Líbano, la resistencia ha llevado a la región a una nueva etapa en la que se han eliminado todas las líneas rojas israelíes. Mientras, Netanyahu quería invitar al mundo a ver una de sus obras violando la soberanía libanesa públicamente.
Sin embargo, su agresión contra los suburbios del sur de Beirut hundió a (Israel) en una nueva crisis, que fue demostrada en la débil respuesta del estado sionista frente la Operación de Avivim, y reflejada en el mensaje que la Resistencia le hizo llegar a Tel Aviv de que el tiempo de la orgía israelí en los cielos, el mar y la tierra de El Líbano ya llegó a su fin. Además, este nuevo acontecimiento ha abierto la puerta para que la resistencia ataque cualquier área de Palestina ocupada.
Entre Siria, El Líbano e Irak, en toda la región, Netanyahu camina entre las barreras de sus crisis, al igual que las barreras que sus soldados plantaron durante su incursión en la ciudad palestina de Hebrón.
¿Será que el primer ministro israelí está cometiendo todos estos ataques bajo el nombre de las elecciones? Y ¿qué pasará si su agresión contra Hebrón dejara caer las líneas rojas palestinas?
Dos cosas están establecidas: Netanyahu está involucrado en más dificultades y el Eje de resistencia se encuentra más coordinado que nunca.
Las Reglas de enfrentamientos
Al enviar sus drones, (Israel) trató de violar las reglas de enfrentamientos con Hizbullah, pero la respuesta del partido fue decisiva al estabilizar las reglas de enfrentamientos que existían e imponer otras nuevas.
En el diccionario del gobierno israelí, la Resolución 1701 de la ONU se registra como un logro para Tel Aviv. Es la resolución que puso fin a la guerra de julio de 2006 y estableció reglas de enfrentamientos que limitan las operaciones de cualquier tipo en el territorio libanés y evitan el enfrentamiento transfronterizo.
Al enviar un avión no tripulado a los suburbios del sur de Beirut, (Israel) violó esa decisión y la dejó caer. Pero la respuesta del partido llegó decididamente, no sólo debido al fracaso de ese intentó israelí, sino al estabilizar las reglas de enfrentamientos e imponer nuevas.
Mientras tanto, la respuesta de Hizbullah fue a través de la Línea Azul y la respuesta a cualquier futura agresión israelí probablemente será a través de la frontera.
Además, ya es evidente que cualquier dron que viole la soberanía libanesa sería derribado "en medio de un raro consenso libanés para rechazar cualquier agresión".
La importancia de la respuesta de Hizbullah no proviene de la operación Avivim en sí misma, sino del miedo y el pánico israelíes a todos los niveles, un estado de miedo que fue reflejado en la desaparición total de los israelíes en la zona fronteriza norte de la Palestina ocupada hasta el punto de poner títeres de camuflaje dentro de los vehículos israelíes en esa zona. Todo esto, sin mencionar el pánico entre los colonos y la confusión dentro del gobierno israelí, que se tradujo en una alerta diplomática occidental para disuadir a Hizbullah de responder, mediante la intimidación, amenazas e incitación.
Mientras, y después de la respuesta, prevaleció el silencio occidental y estadounidense para evitar el estallido de la región en una gran guerra si Israel responde a Hizbullah. Todas las partes son conscientes de las capacidades de la Resistencia y su determinación de usarlas para responder a cualquier agresión israelí.