El primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, admitió que las manifestaciones que han sacudido el territorio nacional reflejaron claramente la opinión del pueblo sobre su sistema político, electoral, el desempeño del gobierno y las reformas requeridas.

Al comentar que las manifestaciones sacudieron el sistema político y llevaron a las tres presidencias a revisar sus posiciones, consideró que es hora de que la vida vuelva a la normalidad en los mercados, instituciones estatales, fabricas, escuelas y universidades.

 

En un comunicado un mes después del inicio de las manifestaciones en el país, Abdul-Mahdi lamentó que las protestas pacíficas se empañaron por las bajas reportadas de manifestantes a causa de la represión policial.

Señaló que se ha asignado un comité para investigar los tipos de equipos utilizados por las fuerzas de seguridad "al defender sus posiciones".

“ Las instrucciones dadas aún siguen estrictas para que las fuerzas de seguridad no utilicen balas reales o armas letales” , precisó.

También consideró que las manifestaciones son para expresar la opinión sin afectar la vida y los intereses públicos y privados. “Hemos reducido las horas de toque de queda, pero lo más importante es el regreso a la vida normal al tiempo que protegemos los derechos de los ciudadanos” , enfatizó.

 

En otra parte de sus declaraciones, señaló que la amenaza de los intereses petroleros y el bloqueo de algunas carreteras que llevan a los puertos causan grandes pérdidas que superan los miles de millones.

Anteriormente, el portavoz del Consejo de Representantes iraquí, Mohammed al-Halbousi, apuntó que el consejo trabajará en las enmiendas constitucionales junto con representantes de los manifestantes.