(Israel) se prepara para una guerra abierta contra Irán, exembajador en EE.UU.
Los aviones de combate israelíes ya han llevado a cabo cientos de bombardeos contra objetivos iraníes en El Líbano, Siria e Irak.

(Israel) considera una guerra abierta contra Irán, según trascendió de sendas reuniones de altos ministros del gobierno de Tel Aviv, según un amplio artículo de Michael Oren, exembajador israelí en Estados Unidos, publicado en la página digital de la revista The Atlantic.
El material se refiere a un supuesto plan iraní de un ataque con aviones teledirigidos desde Siria en agosto, abortado en el último minuto por una embestida aérea israelí y a la necesidad de Teherán de desviar la atención de las protestas masivas contra el gobierno de Hibullah en El Líbano.
Pese a que el movimiento popular Ansar Allah de Yemen se atribuyó el hecho, los ministros también revisaron el reciente ataque con aviones no tripulados y misiles de crucero iraníes contra dos instalaciones petrolíferas sauditas, concluyendo que lo mismo se podría llevar a cabo sobre (Israel) desde Irak.
El resultado podría ser un contragolpe de Irán, utilizando misiles de crucero que penetran las defensas aéreas de (Israel) y chocan contra objetivos como el Kiryah, el equivalente de Tel Aviv al Pentágono, escribió Oren.
(Israel) tomará represalias masivas contra el cuartel general de Hizbullah en Beirut, así como contra docenas de sus emplazamientos a lo largo de la frontera libanesa. Y entonces, después de un día de intercambios a gran escala, la verdadera guerra comenzaría, subrayó.
Mientras tanto, las Fuerzas de Defensa de (Israel) anunciaron la adopción de un plan de emergencia, denominado Momentum, para ampliar significativamente la capacidad de defensa de misiles de (Israel), su capacidad de reunir información de inteligencia sobre objetivos enemigos incrustados y la preparación de sus soldados para la guerra urbana, dijo.
Pecisó el texto que las tropas israelíes, especialmente en el norte, han sido puestas en pie de guerra. (Israel) se está preparando para lo peor y está actuando sobre la base de la suposición de que los combates podrían estallar en cualquier momento.
Y no es difícil imaginar cómo podría llegar. La conflagración, como tantas otras en Medio Oriente podría encenderse con una sola chispa, enfatizó el reporte.
Los aviones de combate israelíes ya han llevado a cabo cientos de bombardeos contra objetivos iraníes en El Líbano, Siria e Irak.
Recordó el articulista que durante la Segunda Guerra de El Líbano, en 2006, el ritmo de esos disparos alcanzó entre 200 y 300 proyectiles por día. Hoy en día, podría alcanzar hasta cuatro mil.
De acuerdo con la percepción del autor, la mayoría de las armas en el arsenal de Hizbullan son misiles de mano con trayectorias fijas que pueden ser rastreadas e interceptadas por el sistema de la Cúpula de Hierro de (Israel). Pero admite que la Cúpula de Hierro tiene un promedio de 90 por ciento de efectividad, lo que significa que por cada 100 cohetes, 10 pasan, y las siete baterías operativas son incapaces de cubrir todo el país. Todo (Israel), desde Metulla, en el norte, hasta la ciudad portuaria de Eilat, en el sur, estaría al alcance del fuego enemigo.
Pero los misiles guiados con precisión, de los cuales un número cada vez mayor se encuentran en los arsenales iraníes, representan una amenaza mucho más mortal, añadió.
¿Todo esto parece un poco inverosímil? No a los altos ministros del gobierno israelí que han contemplado este tipo de escenarios. Y sobre todos ellos se cierne una pregunta apremiante: ¿Cómo responderá Estados Unidos?, dijo.
En lugar de apartarse de una política de larga data -precisó-, la retirada apresurada de las tropas del Pentágono de Siria parece para muchos en el Medio Oriente como otra medida estadounidense que fortalecerá a Teherán. Incluso -opinó el comentarista- pocos en la región se sorprenderán si el presidente Donald Trump suaviza las sanciones y negocia con su homólogo iraní.
Pero además de hacer la vista gorda ante la agresión iraní, Estados Unidos también la ha provocado. Irán ha explotado los beneficios y la legitimidad del acuerdo nuclear para dominar grandes franjas de Medio Oriente y rodear a (Israel) de misiles, agregó.
Conscientes de estos peligros, los dirigentes israelíes apoyaron, no obstante, la ruptura de un acuerdo que, en su criterio, allanó el camino de Irán hacia la hegemonía y un arsenal nuclear. Apoyaron plenamente las sanciones, a pesar de que corren el riesgo de desencadenar una guerra. Mejor que enfrentarse ahora a ese riesgo, razonaron, que en cinco años, después de que Irán haya completado sus conquistas en Medio Oriente, rodeado a (Israel) y adquirido bombas nucleares.
Es mejor que el conflicto ocurra durante la actual administración, con la que se puede contar para proporcionar a (Israel) las tres fuentes de asistencia estadounidense que tradicionalmente recibe en tiempos de guerra.
Por ejemplo, reseña el artículo, Estados Unidos ha apoyado a (Israel) el día después de los combates en la negociación del alto el fuego, la retirada de tropas y el intercambio de prisioneros, así como en el establecimiento de marcos para la paz.
La tradición comenzó después de la Guerra de los Seis Días de 1967, con la Resolución 242 del Consejo de Seguridad auspiciada por Estados Unidos, y continuó a través de la diplomacia de los secretarios de Estado Henry Kissinger en 1973-74 y Condoleezza Rice en 2006. Sólo después de la lucha de 2014 (Israel) rechazó la oferta de mediación de Estados Unidos, debido a la falta de fe de su gobierno en el secretario John Kerry, acotó.
Esta desconfianza está ausente en las relaciones de (Israel) con el secretario de Estado Mike Pompeo, y no cabe duda de que esta administración está dispuesta a proporcionar los tres tipos tradicionales de asistencia. Pero, ¿y si (Israel) necesita más que eso? ¿Y si hubiese una situación en la que la supervivencia del Estado judío se viera amenazada? ¿Intervendría Estados Unidos?, preguntó el artículo.
La respuesta es sí, hasta cierto punto. Cada dos años, las fuerzas estadounidenses e israelíes realizan ejercicios conjuntos llamados Juniper Cobra para fortalecer las defensas aéreas de Tel Aviv, apuntó.
Esa ambigüedad sólo se está profundizando en un año electoral en el que el titular y sus oponentes están haciendo campaña para poner fin a las viejas guerras de Medio Oriente, no para empantanarse en otras nuevas. Las encuestas realizadas después de la decisión del presidente (Trump) de retirarse de Siria mostraron una falta de apoyo bipartidista incluso para una participación militar estadounidense a pequeña escala en la región, afirmó.
Sin embargo, los funcionarios de la administración me han asegurado repetidamente que (Israel) no es Siria ni Arabia Saudita, y que puede contar con el apoyo masivo de Estados Unidos si es necesario.
"Sigo creyendo que eso es cierto", advirtió el diplomático, quien dijo recordar el comentario del presidente Barack Obama al primer ministro Benjamin Netanyahu en la Oficina Oval hace seis años, el último día de su servicio como embajador israelí.
"Estados Unidos siempre acudirá en ayuda de (Israel) en caso de guerra", expresó Obama, "porque eso es lo que espera el pueblo estadounidense", señaló.
También rememoró que, en 1973, Egipto y Siria vieron a un presidente preocupado por un procedimiento de destitución, y concluyeron que (Israel) era vulnerable. En la guerra subsiguiente, (Israel) prevaleció, pero a un precio insoportable. La próxima guerra podría resultar aún más costosa, admitió Oren, miembro del Knesset (Parlamento) y viceministro de la Oficina del Primer Ministro.