En la nueva geografía de la diplomacia global, China avanza y Estados Unidos retrocede, según la tesis que sostiene un artículo publicado en la revista estadounidense Foreign Affairs.

A medida que el ascenso de China se transformó en una fuerza principal en el escenario de la política mundial, analistas y encargados de la formulación de políticas han seguido observando su camino hacia una posible preeminencia en varios frentes: el tamaño de su economía, el nivel y alcance de sus relaciones de inversión y comerciales, el presupuesto y las capacidades de sus fuerzas militares, precisó el material periodístico.

 

Sin embargo, a partir de 2019, China ha superado a Estados Unidos en un aspecto poco apreciado pero crucial de influencia: la amplitud de su red diplomática.

Durante décadas, Washington tuvo la mayor red diplomática del mundo. Ahora lo hace China, que cuenta con 276 representaciones, entre ellas embajadas, consulados y misiones permanentes ante organizaciones internacionales, mientras Estados Unidos cuenta con 273.

Este cambio podría marcar un punto de inflexión en la competencia entre las grandes potencias. A medida que Beijing está cada vez más dispuesto a desplegar su poder global, aparentemente ya no está interesado en la instrucción del exlíder Deng Xiaoping de "esconder su fuerza, esperar su tiempo", ha invertido en una diplomacia activa y de largo alcance.

Enfatizó el artículo que el enfoque de China en impulsar sus consulados concuerda con su actual punto de vista sobre el avance de sus intereses a través de la diplomacia económica por encima de la diplomacia tradicional. De los 96 consulados de China, 41 están ubicados en Asia y 28 en Europa.

 

Esto va de la mano con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un empuje de infraestructura valorado en billones de dólares que busca conectar mejor a China con estas regiones.

Aún así, se necesitaría una seria remodelación del orden diplomático mundial para que el statu quo en esta métrica en particular cambie a favor de China en un futuro cercano.

Bajo el presidente Xi Jinping, Beijing sigue despojando a la primacía de Estados Unidos, tomando la delantera en un número cada vez mayor de cuestione, siendo la huella diplomática sólo una de ellas. (Otros incluyen las exportaciones mundiales, la producción de metales de tierras raras y el PIB medido por la paridad del poder adquisitivo) agregó el texto.

Su red diplomática relevante recientemente es al menos una victoria simbólica para China. Y aunque las redes diplomáticas no pueden contar toda la historia sobre la influencia de un país en el extranjero, sí sirven como un barómetro revelador de las ambiciones nacionales.