El gobierno de Siria expresó su categórico rechazo a los planes de Turquía para crear una "zona segura" en el nordeste de esta nación árabe.

Esta postura la anunció la Cancillería siria en respuesta a las declaraciones del presidente turco, Recep Tayyed Erdogan, ante el Foro Internacional de Refugiados celebrado en Ginebra y en las que demandó apoyo mundial al establecimiento de una "zona segura" para repatriar los refugiados y asentarlos en la misma.

"Erdogan está usando los organismos internacionales para promover sus planes de deportación masiva de los residentes de las localidades que ocupa su ejército en Siria", denunció la declaración citada por la agencia oficial SANA.

El objetivo es sustituirlos por refugiados residentes en Turquía y familias de las milicias terroristas que combaten bajo sus órdenes, acotó.

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Agregó que "el presidente turco está utilizando la falsa máscara humanitaria para solicitar apoyo internacional a sus propuestas ilegales y agendas maliciosas en suelo sirio".

"La demanda de Erdogan de usar los recursos petroleros sirios para financiar sus planes revela sus verdaderas intenciones y sus acciones basadas en la ocupación, la agresión y la violación del derecho internacional", explicó la Cancillería.

Asimismo, criticó los organismos organizadores del Foro Mundial de Refugiados por elegir al presidente turco como un interlocutor, y exigió a la ONU y al Alto Comisionado para Refugiados que tomen una posición clara sobre los planes y políticas turcas que constituyen violaciones graves de la Carta de las Naciones Unidas.

"Siria no escatimará esfuerzos para defender su pueblo, soberanía e integridad territorial ante a los ataques y ambiciones de Turquía", concluyó la declaración.

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