La política exterior de Estados Unidos debe ser pro-palestina, considera Sanders
Lo que necesitamos, sostuvo Sanders, es un campo de juego nivelado en términos del Medio Oriente, que aborde la terrible crisis en Gaza, donde el 60 o 70 por ciento de los jóvenes están desempleados.
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La política exterior de Estados Unidos debe ser pro-palestina, considera Sanders.
El senador y precandidato presidencial demócrata Bernie Sanders consideró que, además de continuar el apoyo a (Israel), la política exterior de Estados Unidos debe ser pro-Palestina.
(Israel) tiene –y lo digo como un orgulloso judío que vivió allí– el derecho no solo de existir, sino de existir en paz y seguridad, expresó el legislador durante el sexto y último debate del año entre los aspirantes que buscan la nominación de la fuerza azul a las elecciones de 2020.
Pero, de lo que debe tratarse la política exterior de Estados Unidos, no es solo de que seamos pro-Israel, también debemos ser pro-palestinos, añadió el senador por Vermont.
Lo que necesitamos, sostuvo Sanders, es un campo de juego nivelado en términos del Medio Oriente, que aborde la terrible crisis en Gaza, donde el 60 o 70 por ciento de los jóvenes están desempleados.
Al mismo tiempo, criticó al liderazgo israelí, al recordar que el primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, ha sido acusado de soborno. Señaló que, desde su punto de vista, Netanyahu es un racista.
Esta no es la primera vez que Sanders habla en estos términos, pues también lo hizo, por ejemplo, en el debate demócrata de noviembre último, cuando criticó las medidas tomadas a favor de (Israel) por parte del presidente estadounidense, el republicano Donald Trump.
Ya no podemos simplemente ser pro-(Israel). Estoy a favor de (Israel), pero también debemos tratar al pueblo palestino con el respeto y la dignidad que merecen, afirmó el senador.
El mes pasado, en una decisión criticada por figuras dentro de Estados Unidos y fuera del país, la administración Trump anunció que dejaría de considerar como ilegales los asentamientos de (Israel) en el territorio palestino ocupado de Cisjordania.
Hasta ese momento, la posición de los gobiernos estadounidenses se basaba en una opinión legal del Departamento de Estado de 1978, conocida como el memorando Hansell, la cual estableció que los asentamientos civiles en los territorios ocupados eran 'inconsistentes con el derecho internacional'.
Esa acción se sumó a las controvertidas concesiones que le ha dado Trump a (Israel) desde su llegada al poder en 2017, las cuales incluyen considerar a Jerusalén como su capital, trasladar hacia allí de la embajada norteamericana, y reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán sirio.
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