Premier libanés: algunos sectores políticos bloquean apertura de archivos de corrupción
Es normal que las personas salgan a las calles nuevamente, especialmente después que descubrieron que hubo intentos políticos para evitar la apertura de archivos de corrupción, expresó el primer ministro libanés, Hassan Diab, durante el discurso ofrecido en la sesión del gabinete este martes.
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Reunión del gabinete libanés.
Es normal que las personas salgan a las calles nuevamente, especialmente después que descubrieron que hubo intentos políticos para evitar la apertura de archivos de corrupción, expresó el primer ministro libanés, Hassan Diab, durante el discurso ofrecido en la sesión del gabinete este martes.
Señaló, además, que el asalto a la propiedad y atacar al ejército en algunas áreas indica una intención maliciosa detrás de esas escenas.
También hizo un llamado a los que salieron a cortar el camino, ante los intentos que pretenden detener y secuestrar su revolución.
Cabe mencionar que el gobierno libanés discutió en su sesión la aprobación de textos relacionados con la lucha contra la corrupción, la recuperación de fondos saqueados y la finalización de la evaluación del plan de reforma final.
Poco antes de que comenzara la sesión, la ministra de Desplazamiento, Ghada Shreim, dijo: "El hambre es terrible y trataremos de hacer lo que sea necesario para combatir la corrupción, de acuerdo con la ley de enriquecimiento ilícito".
El ministro de Economía, Raoul Neama, indicó que la tasa de aumento en los precios de productos de bienes de consumo alcanzó el 55%.
Mientras tanto, se reanudaron los enfrentamientos en Trípoli entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que intentaban quemar un banco.
El corresponsal de Al Mayadeen informó que el movimiento de protesta está tomando un curso de sabotaje en Trípoli, y agregó que la cuarentena impuesta por el nuevo coronavirus exacerbó las malas condiciones de vida de los ciudadanos en esa localidad.
El reportero de Al Mayadeen explicó que las llamadas para mantener las sentadas continúan en Trípoli.