El ejército turco volvió a cortar el agua potable a la ciudad de Hasakeh, por sexta vez consecutiva, al suspender el bombeo de agua desde la estación de abastecimiento de agua de Aluk, ubicada al este de Ras Al-Ain, ciudad en manos de la ocupación desde mediados de octubre de 2019.

La estación de Aluk suministra agua a aproximadamente un millón de civiles que se encuentran en la ciudad de Hasakeh y su campo, así como a las localidades de Tall Temr, Abu Rasin, Al-Hool y sus aldeas.

"El ejército de ocupación turco vuelve a cortar el agua potable a la ciudad, sin razones claras", dijo el director de la Compañía Estatal de Agua Potable, Mahmoud Al-Okleh, en Hasaken, en una declaración a Al Mayadeen.

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Confirmó que "cortar el agua y la luz, ante el aumento de las temperaturas y durante el mes sagrado del Ramadán, se considera un crimen de guerra ".

Señaló que "la Compañía Estatal de Agua Potable proporcionará alternativas hasta que regrese el bombeo de agua desde la estación".

Según informaciones obtenidas por Al Mayadeen, un oficial turco llegó a la estación Aluk y pidió a los trabajadores que apagaran la planta y dejaran de bombear hasta nuevo aviso.

Las fuentes señalaron que la medida turca se produjo después que el ejército ocupante impidiera que los trabajadores gubernamentales de la estación ingresaran a ella desde hace más de una semana.

Anteriormente, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que cientos de miles de personas en el noreste de Siria podrían contraer el nuevo coronavirus debido al corte del suministro de agua.