Advierten sobre divergencias en diálogo de El Líbano con FMI
La falta de una postura unificada en el gobierno libanés respecto a un plan de rescate económico repercutirá en la posición frente al Fondo Monetario Internacional, anticipan los analistas.
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Advierten sobre divergencias en diálogo de El Líbano con FMI.
Las divergencias caracterizarán la segunda ronda de negociaciones del gobierno de El Líbano con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por los criterios dispares en la delegación libanesa respecto a un plan de rescate económico.
'La falta de una postura unificada repercutirá en la posición frente al FMI', anticipan los analistas.
Uno de los descontentos con la propuesta gubernamental es el gobernador del Banco Central, Riad Salameh, quien incluso reveló que redacta un proyecto alternativo al del Ejecutivo.
Salameh alegó que buscará evitar los efectos negativos de lo que se acuerde, aunque en la percepción popular es uno de los responsables de la peor crisis económica y financiera libanesa en décadas.
Los observadores notan confusión dentro de la alineación gubernamental del primer ministro Hassan Diab, por las críticas de parlamentarios, de la Asociación de Bancos de El Líbano y del sector privado.
El ex jefe del Gobierno Saad Hariri y el secretario general del Partido Socialista Progresista, Walid Joumblatt, describen el plan como un golpe al sistema de libre empresa y contra los ahorristas.
Diab anunció que se pedirían unos 10 mil millones en una primera fase de préstamos, aunque la directiva del FMI y países donantes insisten en que primero las reformas y luego los fondos internacionales.
Según trascendió, Salameh y sus asesores analizan la posibilidad de poner a flotar la moneda nacional devaluada en más de 60 por ciento en el mercado paralelo respecto al dólar.
En la actualidad, la cotización del billete verde supera las cuatro mil libras libanesas por unidad, mientras la tasa oficial se mantiene fija en mil 500.
Las consecuencias son notorias en los ciudadanos, con un 90 por ciento de ellos que vieron a sus salarios convertirse en nada, al tiempo que la inflación se calcula en 55 por ciento, de acuerdo con la empresa especializada Lebanon Consumer.
Entre otras medidas del plan de rescate económico del gobierno libanés, se incluye una reestructuración del sector bancario, pues toman en cuenta que es cuatro veces mayor a las realidades económicas del país.
Al respecto, el ministro de Finanzas, Ghazi Wazni, uno de los participantes en el tope con el FMI, alertó que organizarlo implicaría una reducción a la mitad.
Las pérdidas acumuladas por el Banco Central y los bancos comerciales ascienden a 83,5 mil millones de dólares, según el Gobierno.
De ahí, un proyecto para concentrarlos y recapitalizarlos, aunque con una medida impopular, e inyectar efectivo desde los ahorros de los grandes depositantes.