¿EE.UU. requiere otro enfoque para conflicto palestino-israeli?
Estados Unidos requiere otro enfoque para el conflicto israelí-palestino, uno que reconozca la imposibilidad de dos Estados independientes, según la publicación Foreign Policy.
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¿EE.UU. requiere otro enfoque para conflicto palestino-israeli?
De momento, no sirve ninguno de los planes de Washington y de Europa para solucionar ese contencioso.
Incluso si se asume que ambas partes quieren la paz, sigue presente que (Israel) rechaza demandas mínimas de los palestinos, estos últimos tampoco aceptan las de Tel Aviv, y Estados Unidos carece de los recursos o la voluntad política para alterar los intereses de los palestinos o de la entidad sionista.
Por admirable que sea la tenacidad de quienes trabajan en Washington, no pueden despejar ese estancamiento fundamental.
A lo largo de las últimas siete décadas, la Casa Blanca defendió intereses centrales en Medio Oriente, que van desde flujo libre de recursos energéticos, apoyo a la seguridad israelí y hasta consolidar su predominio para que ningún otro o combinación de varios pudiera amenazar las dos primeras intenciones.
Los responsables políticos estadounidenses creían que una solución de dos Estados era la mejor manera de garantizar seguridad para Israel y desde William (Bill) Clinton a Barack Obama y hasta Donald Trump persiguieron ese objetivo.
Pero el hecho que estanca esa intención es que Estados Unidos prioriza a Israel por encima de todo.
Funcionarios y analistas estadounidenses argumentan que una anexión israelí de partes de Cisjordania ocupada sería perjudicial para la seguridad israelí y sería ofensiva para muchos norteamericanos.
De concretarse la anexión, es la hora en que Estados Unidos introduzca cambios en la relación con (Israel), asegura Foreign Policy.
En ese caso, Tel Aviv habrá lanzado un mensaje de garantías aseguradas y prosperidad, lo que siempre persiguió Washington.
Y aunque hubo beneficios de ambas partes con los más de 142 mil millones que la Casa Blanca invirtió en (Israel) es difícil justificar esa generosa asistencia, si se materializa la anexión de 30 por ciento de la Cisjordania, incluidas las ciudades de Jerusalén y Belén.
Como en algún momento se cortó ese apoyo financiero, ahora se debe eliminar la ayuda militar y no como castigo, sino reconocimiento a la fortaleza de Tel Aviv, de acuerdo con Foreign Policy.
La tragedia seguirá presente por el despojo permanente de los palestinos, quienes sin duda repudiarán la salida de Washington del conflicto y continuarán enfrentando la represión sin trabas del ejército israelí y serán empujados y asediados en los enclaves de la Franja de Gaza y de lo que quede para ellos de Cisjordania.
En todo caso, apostaron al apoyo de Estados Unidos que ahora evidencia su despreocupación y remarca su apoyo a su principal aliado en la región.
A juicio de los analistas de Foreign Policy, hay garantías de seguridad y existencia para (Israel), pero la paz que se suponía era responsabilidad de Washington permanecerá fuera de su alcance por siempre.
Si la Casa Blanca decide salirse de la ecuación, al menos evitará soportar contradicciones y cargas sobre expectativas de que tendría en sus manos una solución que sólo pasa por la creación de Estados autóctonos, pero Tel Aviv no acepta.