Turquía busca adelantarse a rivales en Libia
Con tecnología de vanguardia, las tropas turcas y mercenarios sirios en el terreno desalojaron al rebelde Ejército Nacional de Libia de posiciones que habían conquistado en enero último.
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Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan
Pese a que su política exterior disgusta a muchos en la comunidad internacional y la intervención en Libia es impopular hacia lo interno, Turquía, con el presidente Recep Tayyip Erdogan, parece obtener frutos en lo que el diario británico The Guardian califica de la más reciente aventura de Ankara.
Con tecnología de vanguardia, las tropas turcas y mercenarios sirios en el terreno desalojaron al rebelde Ejército Nacional de Libia de posiciones que habían conquistado en enero último.
La culminación de esa tendencia se registró con la toma de una base aérea clave y la ciudad de Al-Asabaa, que ocupaban las fuerzas del mariscal golpista, Khalifa Haftar.
Desde entonces, Haftar anunció una retirada parcial de sus líneas en el frente de Trípoli, la capital.
Ankara intervino en el conflicto para forzar a un acuerdo marítimo que enfureció a otros países ribereños con el Mediterráneo, quienes denunciaron que la nueva zona libia-turca corta las aguas griegas.
La Unión Europea amenazó con más medidas de castigo por las operaciones de perforación turcas existentes en las costas de Chipre.
Pero incluso si el acuerdo no avanza en los tribunales internacionales, obtendrá su beneficio, porque las batallas legales pendientes retardarán los proyectos de exploración de sus rivales, Grecia, Chipre e (Israel), interesados en construir un gasoducto que evite la presencia turca.
"El impulso para el control sobre cualquier petróleo y gas en la cuenca del Mediterráneo no incluye un proyecto económico turco, pues no es una necesidad apremiante o un imperativo financiero para Ankara por ahora”, aseguró Mustafá Karahan, director de la consultora Dragon Energy.
De lo que se trata realmente es de una proyección de poder político, dijo.
“Gastar en proyectos energéticos mediterráneos forma parte de los presupuestos de defensa nacional. Es como una carrera armamentista en la que tienes que actuar antes que tu rival”, acotó.
La guerra en Libia es una gran apuesta, aunque Erdogan, al frente del Turquía durante los últimos 17 años, ha demostrado que no tiene miedo de correr riesgos.