Exprimeros ministros libaneses defienden Acuerdo de Taif
Los exprimeros ministros de El Líbano Saad Hariri, Najib Mikati, Fouad Siniora y Tammam Salam defendieron este jueves el Acuerdo de Taif, sellado en 1989, que puso fin a la guerra civil de 1975-1990.
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Exprimeros ministros libaneses defienden Acuerdo de Taif.
Los exprimeros ministros de El Líbano Saad Hariri, Najib Mikati, Fouad Siniora y Tammam Salam defendieron este jueves el Acuerdo de Taif, sellado en 1989, que puso fin a la guerra civil de 1975-1990, informó Prensa Latina.
Según la fuente, esa anuencia también estipuló un reparto sectario equitativo en el Parlamento, pues hasta ese momento tenía mayoría cristiana, de 99 escaños, 54 pertenecían a esa confesión de fe, y el resto, musulmanes.
Hariri, Mikati, Siniora y Salam rechazaron opiniones de Ahmad Qabalan, una figura importante dentro de los musulmanes chiitas, quien llamó a derrocar el sistema sectario dispuesto en el pacto logrado en Taif, Arabia Saudita.
A juicio de Qabalan, El Líbano necesita un Gobierno que represente a los ciudadanos y no a los religiosos y propuso la creación de uno que aparte la fe como exige el levantamiento popular iniciado el 17 de octubre último.
Durante esas expresiones masivas antigubernamentales, los protestantes reclaman la salida inmediata de la clase gobernante, elecciones anticipadas bajo otras condiciones y reescribir la Constitución.
Esta última la concibieron la metrópoli francesa y los libaneses que asumieron la conducción del país, al independizarse en noviembre de 1943 de la potencia europea.
Pero volviendo a Taif, algunos analistas consideran escamoteados en ese pacto los intereses del movimiento de izquierda que, junto a una heterogénea masa confesional, luchó contra la ultraconservadora derecha cristiana que incluso se alió a Israel.
Las opiniones de Qabalan coinciden con las manifestaciones de que el país vive la peor crisis económica y financiera en décadas por el mal desempeño de quienes firmaron en Taif y gobernaron en las últimas tres décadas.
La percepción remitida por Occidente sobre el conflicto interno libanés de 15 años logró que la opinión pública internacional lo considerara una contienda entre cristianos y musulmanes.
De esa manera silenció una parte del enfrentamiento que ahora vuelve a la palestra, el choque entre ricos y pobres, con unos aferrados a mantener intocable el sistema y otros por cambiarlo.