Extremistas "Boogaloo" a instancias de retórica inflamada de Trump
El movimiento de extrema derecha Boogaloo, nacido en redes sociales y alimentado por la retórica gubernamental, amenaza el mundo real con las autoridades federales de Estados Unidos que acusan a sus seguidores de causar violencia en las protestas pacíficas que azotan la nación.
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Extremistas "Boogaloo" a instancias de retórica inflamada de Trump.
Un movimiento de extrema derecha nacido en redes sociales y alimentado por la retórica gubernamental amenaza el mundo real con las autoridades federales de Estados Unidos que acusan a sus seguidores de causar violencia en las protestas pacíficas que azotan la nación.
El presidente Donald Trump y otros funcionarios estadounidenses afirmaron, sin evidencias, que grupos de izquierda fomentaban vandalismo.
Sin embargo, los fiscales federales iniciaron procesos judiciales contra partidarios de un movimiento de derecha llamado “boogaloo boys”, con cargos por conspirar para incendiar una instalación del Servicio Forestal, de usar explosivos contra una manifestación pacífica e incluso de asesinar un oficial de seguridad en un tribunal federal, apunta The Washington Post.
Boogaloo se inclina más hacia una ideología violenta antigubernamental que a un movimiento formal, dicen aquellos que estudian grupos extremistas.
No hay un líder identificable, ni sede o estructura de comando, solo páginas de redes sociales que van desde explícita violencia a comerciales de mercadería.
Pero es notoria la visibilidad de sus partidarios en las recientes protestas, vestidos con camisas hawaianas y rifles militares y confirman la alarma remitida hace meses por los investigadores.
Fiscales federales en California, Texas, Nevada y Colorado parecen que ratifican esas preocupaciones con una serie de presentación de cargos criminales contra los autodenominados partidarios del boogaloo, cuyos arrestos a menudo fueron acompañados por incautación de armas y explosivos.
Steven Carrillo, sargento del personal de la Fuerza Aérea en servicio activo, está preso y acusado por matar a un guardia de seguridad en el tribunal federal de Oakland.
Los documentos de la investigación revelaron que garabateó la palabra "Boog" con sangre en un automóvil que había robado.
“Las cifras son abrumadoras: la mayor parte de la violencia proviene de la extrema derecha”, dijo Clint Watts, ex agente del FBI que estudia la actividad política extremista para el Foreign Policy Research Institute, grupo de expertos en Filadelfia.
La ideología del boogaloo también mostró su poder de adaptación, porque lo mismo aparecen como simpatizantes de las manifestaciones opuestas a restricciones gubernamentales sobre el nuevo coronavirus o como provocadores que buscan inflamarlas, apunta el periódico capitalino.
El papel de las redes sociales en la incubación del movimiento y en la difusión de su ideología impuso a varios investigadores una comparación del boogaloo con grupos militantes extranjeros, incluido Daesh, por el uso de memes y otras formas de mensajes que difunde retórica extremista, busca recaudación de dinero o reclutamientos.
“Extremismo y radicalismo y el reclutamiento no son nada nuevo. La metodología si es nueva, porque puede llegar a decenas de millones de personas con un clic”, asegura Paul Goldenberg, del Centro Miller de la Universidad de Rutgers y del Consejo Asesor del Departamento de Seguridad Nacional.
El aluvión de enjuiciamientos relacionados con el boogaloo subraya la creciente amenaza que representan esos grupos de extrema derecha, según expertos.
Algunos cuestionan por qué Trump y otros funcionarios parecen estar más centrados en los antifa (luchadores antifascistas) responsables de pocos crímenes documentados durante los recientes disturbios, en lugar del boogaloo y otros grupos fuertemente armados de la derecha.
“Para ser honesto, esa pregunta no tiene una respuesta legítima”, dijo John Farmer, exfiscal general de Nueva Jersey y director del Instituto de Política Eagleton de Rutgers, quien ha estudiado a los extremistas del boogaloo y otros.
Grupos independientes de investigación, incluido el Network Contagion Research Institute, para el cual Farmer co-escribió un informe, alertaron sobre crecientes señales de organización de boogaloo y otras actividades en Facebook, Instagram, Twitter y otras plataformas.
Los directivos de Facebook, propietarios de Instagram, eliminaron varios grupos, páginas y publicaciones con temas de boogaloo por violar la política de la compañía contra la violencia y la incitación a ella, y adoptaron medidas más estrictas contra personas afiliadas a ese movimiento extremista.
Las autoridades federales dan un tratamiento diferenciado a grupos militantes nacionales, incluso los más extremistas, respecto a los extranjeros, aunque se reconoce que de la amenaza que representan los extremistas de derecha.
De tal manera que surgió un debate en el nivel federal sobre si el Departamento de Estado debía concentrar tanta o más atención a los grupos internos que a los extranjeros.
Los funcionarios estadounidenses rara vez han mencionado públicamente el boogaloo, pero han dicho que actuarán contra extremistas violentos sea cual sea su ideología si cometen delitos.
Pese a que Trump describió a los antifa como terroristas, no existe un mecanismo legal para hacerlo y también las autoridades federales extienden un cierto grado de deferencia a milicias y grupos similares, porque gran parte de lo que hacen consiste en emitir declaraciones políticas, protestar o portar armas de fuego que está permitido por la Constitución.
La violencia reciente expresada por los boogaloo plantea preguntas sobre si se justifica una respuesta más centrada y sistémica para combatirlos ante una defensa y práctica de insubordinación a la policía y las autoridades gubernamentales.