Aoun advierte contra agendas externas que explotan la situación económica
Durante una reunión de diálogo en el Palacio Republicano en Baabda, el presidente Aoun confirma que El Líbano se enfrenta a desafíos cruciales y es necesaria la unidad.
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El presidente libanés, Michel Aoun.
El presidente libanés, Michel Aoun, anunció que la paz civil es una línea roja y se supone que todos deben reunirse para fortalecerla porque es responsabilidad de todos, y enfatizó que hay quienes explotan las demandas de los ciudadanos para generar violencia y caos a fin de implementar agendas extranjeras sospechosas.
Durante una reunión de diálogo en el Palacio Republicano en Baabda, Aoun dijo: "Con respecto a la incitación para volver al lenguaje de la guerra, tuve que convocar a esta reunión nacional integral", y señaló que El Líbano está atravesando la peor crisis financiera y económica, y su gente vive diariamente sufrimiento y preocupaciones sobre el futuro.
El mandatario libanés enfatizó que, frente a los desafíos cruciales en El Líbano, y a la luz de la ebullición regional, es necesaria la unidad sobre las opciones.
Por su parte, el primer ministro libanés, Hassan Diab, preguntó: "¿Cómo puede el país estar bien mientras hay ciudadanos hambrientos?".
Señaló que todos están interesados en contribuir a la tarea del rescate, y enfatizó que no es hora de hacer subastas y buscar ganancias políticas.
"Nuestro discurso no tiene valor si no lo traducimos en acciones que alivien a los libaneses de sus preocupaciones. Esperamos que esta reunión sea el punto de partida para una amplia acción nacional que de lugar a un comité para dar seguimiento al contacto con las fuerzas políticas y el movimiento popular”, aseveró.
Las protestas y movimientos populares se renovaron en varias regiones libanesas el miércoles por la noche, para protestar contra el alto tipo de cambio del dólar frente a la libra nacional, ya que tocó el umbral de 6 mil 500 libras libanesas en el mercado negro
Varios manifestantes cortaron las carreteras de Corniche Al-Mazraa y del puente Salim Salam en Beirut con contenedores y neumáticos en llamas. Otros ocuparon la carretera cerca del puente de Al Ring en el centro de la capital. Allí pronunciaron consignas que denunciaban la situación económica en el país.