Estados Unidos conocía del material explosivo en el puerto de Beirut desde 2016
Un contratista estadounidense detectó e informó del peligro potencial hace al menos cuatro años, pero los funcionarios de EE.UU. negaron estar al tanto de los hallazgos hasta la semana pasada, después de la explosión, señala un reporte del New Yortk Times.
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Los productos químicos explotaron el martes pasado, sacudieron gran parte de El Líbano, dañaron edificios, mataron a más de 150 personas y dejaron a cientos de miles sin hogar.
De acuerdo con un reporte difundido por The New Yortk Times, un contratista norteamericano que trabaja con el Ejército de Estados Unidos advirtió hace al menos cuatro años sobre un gran alijo de productos químicos potencialmente explosivos que estaba almacenado en el puerto de Beirut en condiciones inseguras, según un cable diplomático estadounidense.
La presencia de los productos químicos fue detectada e informada por un experto en seguridad portuaria estadounidense durante una inspección de seguridad del puerto, según el reporte.
Funcionarios estadounidenses actuales y anteriores que han trabajado en Medio Oriente dicen que se esperaba que el contratista informara del hallazgo a la Embajada de los Estados Unidos o al Pentágono.
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Destruyó edificios en el distrito Mar Mikhail de la ciudad.
Precisa el reporte del New York Times que la explosión alimentó la ira generalizada contra la élite política de El Líbano.
Subraya que el hecho de que Estados Unidos pudiera haber sabido de los productos químicos y no haber advertido a nadie, conmocionó y enfureció a los diplomáticos occidentales, que perdieron a dos colegas en la explosión y vieron a varios otros heridos.
Por su parte, un alto funcionario del Departamento de Estado negó que los funcionarios estadounidenses estuvieran al tanto de las conclusiones del contratista y dijo que el cable citado por The Times "muestra que no habían sido informados".
El funcionario, bajo condición de mantener el anonimato, dijo que el contratista "hizo una visita no oficial al puerto hace aproximadamente cuatro años, y no era en ese momento un empleado del gobierno de los EE.UU. o del Departamento de Estado".
El oficial dijo que el departamento no tenía registro de que el contratista comunicara sus hallazgos hasta la semana pasada, después de la explosión mortal.
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Un funeral en Beirut el domingo por una víctima de la explosión de la semana pasada.
La explosión, que se registró como un terremoto menor, también afectó a los diplomáticos occidentales, muchos de los cuales tienen misiones en Beirut, la capital de El Líbano, y viven en apartamentos de gran altura con vistas al Mediterráneo y al puerto, lo que los puso directamente en el camino de la explosión.
La esposa del embajador holandés en El Líbano, Hedwig Waltmans-Molier, murió a causa de las heridas sufridas en la explosión, según el Ministerio de Asuntos Exteriores holandés. Ella estaba de pie en su sala de estar cuando ocurrió la explosión.
Un funcionario consular alemán, cuyo nombre no se ha revelado, también murió en la explosión.
Muchos otros diplomáticos de naciones aliadas con los Estados Unidos vieron sus ventanas destrozadas y sus propiedades dañadas. Las embajadas británica y francesa sufrieron daños y las ventanas se rompieron en la mansión donde vive el embajador francés.
Cuando el Times informó del contenido del cable, algunos expresaron su sorpresa e indignación por el hecho de que Estados Unidos tenían la información y no la compartió.
El cable diplomático enumera, por primera vez, a los funcionarios libaneses que conocían el nitrato de amonio. Un consultor de seguridad americano contratado por el ejército de EE.UU. vio los productos químicos durante una inspección de seguridad.
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La explosión dejó a cientos de miles de libaneses desplazados.
Según el cable, el consultor, bajo un contrato con el ejército de EE.UU., asesoró a la Marina libanesa de 2013 a 2016. Señaló que el asesor "comunicó que había realizado una inspección de las instalaciones portuarias sobre las medidas de seguridad durante la cual informó a los funcionarios del puerto sobre el almacenamiento inseguro del nitrato de amonio".
Los diplomáticos de los países afectados por la explosión dijeron que probablemente era poco lo que Estados Unidos podría haber hecho para obligar al gobierno libanés a trasladar el material. Los funcionarios portuarios libaneses también habían pedido repetidamente que se trasladara el producto químico, sin éxito.
Apunta The New York Times que el cable plantea la posibilidad de que la munición almacenada en el puerto puede haber creado la fuerza necesaria para desencadenar la explosión de nitrato de amonio.
Pero lo cierto es que la causa del "incendio inicial sigue sin estar clara, al igual que si los fuegos artificiales, la munición o cualquier otra cosa almacenada junto al nitrato de amonio pudo haber estado involucrada", afirma el cable.
Sayyed Hassan Nasrallah, en un discurso la semana pasada, negó que Hizbullah tuviera algo que ver con la explosión. "Niego categóricamente la afirmación de que Hizbullah tenga un alijo de armas, municiones o cualquier otra cosa en el puerto", dijo.
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Los libaneses protestan frente al Parlamento.
Al respecto, los diplomáticos alegaron que Hizbullah es conocido por ser cuidadoso con sus depósitos de armas y material explosivo, dijeron los diplomáticos. “Si estuvieran usando el nitrato de amonio en el puerto para sus propios fines, sería inusual que lo almacenaran tan descuidadamente”, afirmaron.
Los diplomáticos en Beirut y los exfuncionarios de Inteligencia del Pentágono y de Estados Unidos dijeron que, si bien Hizbullah tenía un firme control sobre El Líbano y controlaba el aeropuerto y muchos de los cruces fronterizos con Siria, se pensaba que utilizaba las rutas terrestres para el contrabando de armas y no el puerto de Beirut.
Sin embargo, un funcionario israelí dijo que la zona del puerto donde se produjo la explosión estaba llena de presuntas instalaciones de Hizbullah, según una evaluación de los servicios de inteligencia israelíes, aunque Tel Aviv no tenía pruebas concluyentes que vincularan a la Resistencia libanesa con el alijo de nitrato de amonio.
El presidente Michel Aoun dijo el viernes que la causa de la explosión no había sido determinada, pero citó la "posibilidad de interferencia externa a través de un cohete o una bomba u otro acto".
Trump planteó la semana pasada que la explosión había sido causada por un ataque, pero varios funcionarios de defensa refutaron posteriormente la afirmación.
Por otro lado, algunos analistas esgrimieron la idea de que los funcionarios libaneses podrían estar bloqueando una investigación internacional para ocultar problemas mayores en el puerto, que está controlado por varios partidos políticos, incluido Hizbullah.
"La razón por la que el gobierno libanés puede no querer una investigación internacional es porque quizás no quieren exponer el alcance de su incompetencia y corrupción", dijo Brian Katz, exmilitar de Medio Oriente y analista de terrorismo de la C.I.A., que dejó su puesto el año pasado. "Cada partido tiene una parte del puerto y lo utiliza para todo tipo de contrabando, como armas, automóviles y dinero en efectivo".
La Embajada de Estados Unidos señala que muchos libaneses no apoyan una investigación de su propio gobierno debido a su falta de fe en el sistema. El gobierno "esencialmente se estaría investigando a sí mismo", concluyó el cable.