(Israel) y los agentes extranjeros en EE.UU.
La última revelación sobre el engaño implica subsidios pagados encubiertamente por agencias gubernamentales de Tel Aviv a grupos en Estados Unidos que a su vez dañan genuinos intereses norteamericanos.
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"Israel" y los agentes extranjeros en EE.UU.
Imaginen por un momento que hay un gobierno extranjero que recibe miles de millones de dólares al año en "ayuda" y otros beneficios del contribuyente de Estados Unidos, refiere un artículo de Phillip Giraldi publicado en Strategic Culture.
Considere más allá de eso, la posibilidad de que ese gobierno tome parte de ese dinero y lo recicle en secreto con grupos de ciudadanos estadounidenses para mantener e incrementarlo, mientras se destina a otros intereses del país receptor.
Eso significaría que Estados Unidos subsidia él mismo a grupos de presión y otros dedicados a trabajar en contra de intereses estadounidenses y también implica que los contribuyentes actúen como agentes extranjeros y prioricen de manera encubierta a otro país extranjero por encima de la nación donde residen.
Me refiero, por supuesto, a (Israel), dice Giraldi.
Tel Aviv y sus aliados en la Unión son muy hábiles para ordeñar al gobierno estadounidense en todos los niveles por cada pedazo de ayuda financiera, concesiones comerciales, material militar y cobertura política.
El flujo de dólares, bienes y protección nunca se debate realmente de manera seria y, de hecho, a menudo se negocia en el Congreso o en legislaturas estatales directas con los grupos israelíes de presión.
Esa corrupción y manipulación del gobierno norteamericano por agentes extranjeros es algo así como una empresa criminal, la cual causaría gritos de indignación en el The New York Times si proviniera de otro cualquier país.
La última revelación sobre el engaño implica subsidios pagados encubiertamente por agencias gubernamentales de Tel Aviv a grupos en Estados Unidos que a su vez dañan genuinos intereses norteamericanos.
Los grupos involucrados no revelaron sus pagos, un delito grave, ni tampoco cumplieron lo dispuesto en 1938 por la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA, siglas en inglés) que establece sanciones para quienes actúan en nombre de otros gobiernos.
En particular, FARA ordena que las finanzas y relaciones de la organización afiliada extranjera estén abiertas a la inspección del Departamento de Justicia y somete a auditorías a "cualquier persona que actúe como agente, representante, empleado o sirviente, o que actúe de otra manera por orden, petición o bajo la dirección o control de un mandante extranjero". Los que no lo revelen pueden ser sancionados con hasta cinco años de prisión y multas de hasta 250 mil dólares.
Sin duda, el gobierno estadounidense ha sido agresivo al exigir ese registro para otras naciones y con los ciudadanos que trabajan para potencias extranjeras.
Las principales agencias de noticias de Rusia con oficinas en Estados Unidos, debieron registrarse en 2017, porque eran financiadas en gran parte o en parte por el Kremlin.
Además, como parte de sus acuerdos de culpabilidad, el expresidente de la campaña Trump, Paul Manafort, y el ex asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, admitieron que no habían cumplido con el FARA cuando trabajaban como asesores de gobiernos extranjeros.
Uno de los principales beneficiarios de la generosidad del gobierno israelí es la Fundación de los Aliados de (Israel) (FAI), con presencia en 43 países y aunque está registrada en los Estados Unidos como organización sin fines de lucro, recibió una subvención de 100.000 dólares del Ministerio de Asuntos Estratégicos de (Israel) en 2019, que salieron de los 6,6 millones de dólares entregados a once organizaciones estadounidenses en 2018 y 2019.
Esos recursos se destinan a atacar el movimiento no violento de boicot, desinversión y sanciones (BDS), que tiene una gran y creciente presencia en los campus universitarios.
El eficaz cabildeo de la FAI en Estados Unidos dio lugar a que más de la mitad de los estados aprueben leyes que prohíben o limitan actividad de BDS, mientras que avanza en el Congreso una legislación para penalizar a las organizaciones contrarias a (Israel).
La FAI ayudó a redactar esa legislación y en tiempos recientes continúa impulsando otras que definirían como antisemitismo las críticas a (Israel).
De 2015 a 2017, el Ministerio israelí de Asuntos Estratégicos trató de entregar dinero a las organizaciones de la diáspora, pero encontró que muchos grupos judíos americanos no lo aceptaron por las preocupaciones sobre FARA y a que se les acusara de "doble lealtad".
Así que el Ministerio creó una "empresa de beneficio público" con apariencia no gubernamental para distribuir dinero de forma más secreta. El mecanismo recibió el nombre operativo de "Concierto".
El único propósito era proporcionar dinero a grupos de defensa en la diáspora que trabajarían principalmente contra los BDS. La entidad tiene una junta independiente, pero su actividad la guía el Ministerio de Asuntos Estratégicos de (Israel).
Los documentos internos de Concierto son vagos al describir sus actividades financieras como acciones "defensivas y ofensivas", sobre "responsabilidad corporativa", "el campo de batalla digital" y sobre "unidades de amplificación" que proporcionarían "apoyo a las organizaciones en una red pro-israelí".
La intención es mejorar la imagen de (Israel) ante la percepción generalizada y cierta de que su historial de derechos humanos está entre los peores del mundo.
Concierto funciona como un mecanismo a explotar cuando prevalecen situaciones que requieren un debate 'fuera del gobierno' y proporcionar una respuesta rápida y coordinada contra los intentos de empañar la imagen de (Israel).
Uno de los receptores más reconocidos de los fondos del Concierto es Cristianos Unidos por (Israel) (CUFI), el grupo pro-israelí más grande de Estados Unidos, que recibió casi 1,3 millones de dólares en febrero de 2019 para pagar "peregrinaciones" de diez semanas a Tierra Santa.
En cada peregrinación participaron treinta "influyentes clérigos cristianos de los Estados Unidos" que recibieron amplia atención mediática sobre su visita a Medio Oriente.
Otros grandes desembolsos se destinaron a grupos de estudiantes de predominio judío con el objetivo de proporcionarles recursos y formación para oponerse a los críticos de (Israel).
La forma sencilla de enfrentar operaciones masivas e ilegales de influencia israelí en Estados Unidos sería, propone Giraldi, deducir cada dólar gastado por el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu dirigido a empoderar sus partidarios en América.
Tel Aviv recibe cada año más de 3.800 millones de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y aunque perder unos diez millones de esa gran suma no molestaría al gobierno de (Israel), al menos enviaría un mensaje.