Desaparece optimismo sobre formación rápida de gobierno en El Líbano
La disputa se centra ahora en tres portafolios clave, Interior, Defensa y Justicia, lo que lleva el proceso al punto de partida, según el sitio digital Naharnet.
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El primer ministro designado, Saad Hariri.
El optimismo en torno a una formación rápida de gobierno en El Líbano desapareció de la noche a la mañana con las exigencias por ahora insalvables de los partidos políticos, comentan este lunes medios informativos locales.
Los intentos del primer ministro designado, Saad Hariri, encontraron obstáculos de las facciones Corriente Patriótica Libre, Partido Demócrata Libanés y Movimiento Marada que demandan más cupos en la alineación o al menos una cartera.
La disputa se centra en tres portafolios clave, Interior, Defensa y Justicia, lo que lleva el proceso al punto de partida, según el sitio digital Naharnet.
Hariri y el presidente de la República, Michel Aoun, daban los toques finales al colectivo ministerial con la esperanza de anunciarlo el pasado fin de semana o principios de la iniciada.
Desde su designación el pasado 22 de octubre con apoyo de 65 parlamentarios de 120 posibles, ambas figuras se reunieron cuatro veces para perfilar el tamaño y la composición del Gabinete.
Ambos acordaron uno de 18 carteras compuesto por elementos ajenos a los políticos, en línea con la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, para ayudar a un rescate del país que vive la peor crisis económica en décadas.
Otros puestos que causan problemas de distribución son carteras vinculadas con servicios públicos como Salud, Obras Públicas, Educación y Asuntos Sociales.
El diputado por el Partido Demócrata Libanés, Talal Arslan, demandó un puesto para los representantes drusos, en competencia con su rival confesional, Partido Socialista Progresista, del veterano Walid Joumblatt.
Arslan solicita el Ministerio de Salud que en la actualidad desempeña un afiliado sin carné de Hizbullah o Partido de Dios.
De manera que el reparto de cargos en el futuro Gobierno con un diseño de 18 carteras, nueve para musulmanes y otras tantas para cristianos, parece estar en peligro.
Esa cifra de ministros era una especie de intermedio entre los 14 que al principio defendía Hariri y los 20 demandados por los partidos de mayor influencia en el país.
Del mismo modo, surgió el problema del cristiano Movimiento Marada, cuyo jefe Sleiman Frangieh, reclama un ministerio soberano (Defensa, Finanzas, Interior y Relaciones Exteriores) o dos relacionados con servicios públicos.
Otra fuente política citada sin identificar por el periódico The Daily Star afirma que proviene de la Corriente Patriótica Libre la principal obstrucción para instalar el Gobierno.
Las fuentes destacan que el jefe de ese partido, el excanciller y yerno del presidente, Gebran Bassil, buscar controlar las carteras de Defensa, Interior y Justicia para ejercer poder de veto en el futuro Ejecutivo.
De acuerdo con el vocero presidencial, Rafik Shalala, todos quieren un gobierno para hoy, pero es evidente que su formación se complica porque depende de equilibrios y consideraciones irreconciliables.
Todos coinciden en que la prioridad consiste en aplicar reformas para allanar ayuda internacional prometida por asistentes a una conferencia en París, en 2018, bajo la condición de erradicar males por los cuales El Líbano está donde está, al borde del colapso.
