Asesinato de Fakhrizadeh no afectará programa nuclear iraní, sostienen expertos
De acuerdo con un artículo publicado en la revista estadounidense The New Yorker, el asesinato del científico iraní no afectará el curso del programa nuclear de Teherán.
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Asesinato de Fakhrizadeh no afectará programa nuclear iraní, sostiene medio estadounidense.
Para sostener el referido argumento, el artículo de la publicación estadounidense cita declaraciones de varios expertos.
Según Bruce Riedel, antiguo alto funcionario de EE.UU. que sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional, la CIA y el Pentágono,"el asesinato del científico iraní Mohsen Fakhrizadeh no afectará el curso del programa nuclear de Teherán, dado que ese país domina esa tecnología desde hace 20 años y ya no hay una sola persona que juegue un papel decisivo".
También Daryl G. Kimball, director ejecutivo del Grupo de Control de Armas, expresó: "cualquiera que sea el papel que desempeñó Fakhrizadeh en el desarrollo del programa nuclear de Irán, su asesinato no dejará ningún impacto tangible en la capacidad de Irán de acumular más uranio enriquecido".
Según las consideraciones de Kimball, el programa de enriquecimiento depende de la Organización de Energía Atómica de Irán, que está dirigida por Ali Akbar Salehi, "un jugador clave durante los dos años de intensa diplomacia internacional que condujeron al acuerdo nuclear con Irán, en 2015".
Para Ariane Tabatabai, becaria del German Marshall Fund y autora del nuevo libro "No Conquest, No Defeat: Iran's National Security Strategy, "Irán tiene ahora el conocimiento, ningún científico iraní es esencial para ensamblar esa tecnología en una bomba".
Sostiene la analista que el desarrollo de un arma nuclear en Irán sería por decisión política, y la tomaría el Consejo Supremo de Seguridad Nacional. Luego se presentaría al líder supremo, el ayatollah Sayyed Alí Jamenei, para su aprobación final.
Este es el mismo proceso de toma de decisiones que llevó a acordar las conversaciones con los Estados Unidos en 2013 y al eventual acuerdo nuclear, subraya.
En el mismo contexto, The New Yorker consideró que una respuesta iraní vendrá inevitablemente por el "insulto" que recibió el liderazgo iraní frente a su pueblo, sobre todo porque "la estrategia de Trump para imponer sanciones ha fracasado".
Al respecto, un líder del Medio Oriente, en condición de anonimato, dijo a la publicación neoyorquina que las consecuencias domésticas del asesinato de Fakhrizadeh podrían ser más impactantes que la operación misma, en parte debido a la humillación.
Y añadió: "Irán se enfrenta a la presión de responder con una acción militar más grande y audaz que en el pasado. "Este es un golpe verdaderamente serio para Irán, principalmente a los ojos del público iraní. Por lo tanto, pueden optar por tomar represalias para superar la sensación de vergüenza y vulnerabilidad".
The New Yorker reporta que Kayhan, periódico de línea dura cercano al Líder Supremo, instó al gobierno a atacar Haifa, la ciudad portuaria israelí como medida de disuasión, porque Estados Unidos y el régimen israelí y sus agentes no están en absoluto preparados para participar en una guerra y un enfrentamiento militar.
Desde que abandonó el acuerdo nuclear y reanudó las sanciones económicas punitivas contra el Irán, en 2018, la Administración Trump ha orquestado una campaña de "máxima presión" cada vez más intensa para convencer a la República Islámica de que acepte las nuevas y amplias disposiciones que cubren su programa de misiles, el apoyo al Eje de la Resistencia y los supuestos abusos de los derechos humanos.
La Administración Trump ha sancionado a docenas de instituciones, bancos, fundaciones y ministerios y ministros del gobierno iraníes, y ha amenazado con sancionar a las naciones y a las empresas terceras que hacen negocios con Irán. Hasta ahora, la estrategia de Trump ha fracasado. Irán ha exigido garantías de que las sanciones se levantarán en cualquier nuevo acuerdo diplomático.
Desde el asesinato de Fakhrizadeh, la pregunta que se hace cada vez más en Washington y en el Medio Oriente es sobre el motivo: ¿El ataque, que ahora se supone que ha sido orquestado por (Israel), tenía la intención de matar a un experto, o estaba más ampliamente diseñado para socavar una iniciativa de la entrante Administración Biden de volver a comprometerse diplomáticamente con Irán, o ambas cosas?
"Los tres amigos -el Secretario de Estado Mike Pompeo, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu y Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudita- comparten una determinación abrumadora de evitar que Joe Biden reviva la diplomacia entre Estados Unidos e Irán y el acuerdo nuclear", dijo Riedel, el exfuncionario estadounidense.
Riedel dijo que la Administración Trump y los funcionarios sauditas están ansiosos por frustrar el tipo de diplomacia que se practicó durante los años de Obama. "Cuando se piensa en el 2016, cuando John Kerry llamó a su homólogo iraní cada semana y habló con él por teléfono, fue extraordinario", dijo Riedel. "Los sauditas e israelíes están desesperados por evitar que eso vuelva a suceder. ¿Cómo crean una situación en la que Biden está encajonado y no puede hacer nada al respecto?"
En oponión de Wendy Sherman, exnegociadora principal de Estados Unidos en el acuerdo nuclear con Irán, "el asesinato no necesariamente mata la diplomacia. Complica la diplomacia pero no la excluye".
"Ambos países enfrentan desafíos, particularmente Irán. Tiene una elección presidencial en junio. ¿Esto fortalecerá a los Guardias Revolucionarios y a los de línea dura? ¿O se debilitan los Guardias Revolucionarios? ¿A quién dentro de Irán ayuda o perjudica esto? ¿Y dificulta que se llegue a la mesa? Irán todavía tiene una economía devastada y padece fuertemente la pandemia de la COVD-19. ¿Será eso lo más importante?", advierte Sherman.
A su vez, Hadi Semati, expolitólogo de la Universidad de Teherán, intenta exponer una supuesta división en la sociedad iraní: "Con la pelota ahora en el campo de Irán tanto en la represalia militar como en la diplomacia, el país está profundamente dividido en equipos rivales. Los partidarios de la línea dura y los llamados "principistas" están presionando para que se tomen represalias y se rechace la nueva diplomacia con la administración Biden.
"Algunos hablan de tomar la decisión política de abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear y fabricar una bomba atómica. Otra facción en Irán aboga contra una represalia que desencadenaría un conflicto más amplio, y alienta el compromiso con Biden. No quieren hacer el juego a los de la línea dura en Estados Unidos e (Israel). Ellos entienden que el juego es más grande que un asesinato", dijo Semati.