EE.UU. complica región reconociendo soberanía de Marruecos sobre Sahara Occidental
La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer soberanía de Marruecos sobre el territorio disputado del Sahara Occidental a cambio de normalizar lazos con (Israel) se enfrenta a un retroceso bipartidista e internacional, opina la publicación de The Hill.
Si bien acogen con beneplácito el creciente número de países que establecen esas relaciones, a los críticos les preocupa que en realidad sea un trueque por ventas de armas y más desprecio por los derechos humanos.
También critican al presidente por desechar décadas de mediación multilateral y legitimar el acaparamiento de tierras por la fuerza en violación del derecho internacional.
"Me preocupa que este anuncio trastorne un proceso de la ONU creíble y respaldado internacionalmente para abordar la disputa territorial sobre el Sáhara Occidental", según el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara. Elliot Engel (Demócrata por Nueva York).
Trump anunció en Twitter que Estados Unidos reconocería los reclamos marroquíes sobre el territorio anexado del Sahara Occidental, mientras que Rabat formalizaría relaciones diplomáticas con el régimen de Tel Aviv.
La decisión provocó una fuerte reprimenda del senador James Inhofe (Republicano por Oklahoma), Presidente del Comité de Servicios Armados del Senado y aliado del presidente.
Inhofe calificó de impactante y decepcionante la medida de reconocer las pretensiones de Rabat sobre el Sáhara Occidental.
“Me entristece que los derechos del pueblo del Sahara Occidental hayan sido negociados”, dijo.
Marruecos se anexó partes del Sahara Occidental en 1979, pero no recibió reconocimiento internacional de alguno ante el conflicto con el Frente Polisario que representa al pueblo indígena saharaui.
Cientos de miles de refugiados saharauis residen actualmente en la vecina Argelia y apoyan ese movimiento independentista.
Un referéndum para determinar el estatus final del territorio sigue estancado desde 1994 que negoció la ONU, tras un acuerdo de alto el fuego en 1991.
El jefe de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borell, dijo que el organismo integracionista sigue comprometido con los esfuerzos de la ONU para resolver el conflicto, al tiempo que expresó su apoyo al establecimiento de los lazos entre (Israel) y Marruecos.
Trump y sus funcionarios promocionaron el gran avance en las relaciones diplomáticas con Marruecos como parte de los llamados Acuerdos de Abraham que contemplan la intermediación en las negociaciones de (Israel) con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán.
El mandatario norteamericano afirma que esos acuerdos integran su legado de política exterior, al presentarse como el único capaz de tales avances.
"¿Crees que Sleepy Joe podría haber hecho este trato, Bibi (apodo del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu?", preguntó Trump al jefe del Gobierno israelí en una llamada de octubre desde la Oficina Oval para anunciar el acuerdo con Sudán.
Joe Biden mostró satisfacción con esos supuestos progresos del gobierno de su antecesor para abrir (Israel) al mundo árabe, pero subrayó la necesidad de volver a comprometerse y coordinarse con los aliados, en particular la Unión Europea para resolver los conflictos globales.
"El presidente electo Biden respaldará próximos acuerdos de normalización”, expresó David Makovsky, miembro distinguido en el Washington Institute.
“Él ha visto reunir a los aliados árabes e israelíes como algo que es tanto del interés de Estados Unidos para la estabilidad de la región como de mantener el deseo bipartidista de la política exterior estadounidense durante décadas de alcanzar la paz entre (Israel) y sus vecinos árabes”, agregó.
La administración Trump ha ofrecido incentivos clave para aumentar el número de naciones de mayoría musulmana y árabe que se acerquen a (Israel), pero esas medidas se han enfrentado al rechazo de los demócratas que probablemente forzarán una mano más fuerte con Biden.
Incluyen ventas de armas por 23 mil millones de dólares a Emiratos Árabes Unidos por establecer vínculos con (Israel).
Una resolución liderada por los demócratas que buscaba bloquear la venta de armas no pasó el filtro del Senado.
Sin embargo, el retroceso demócrata en la Cámara alta amenaza promesas de Trump a Sudán como parte de su nuevo acuerdo, como es evidente en las posiciones de Charles Schumer (Demócrata por Nueva York) y Bob Menéndez (Demócrata por Nueva Jersey) que retrasan una legislación que otorga inmunidad a la nación sudanesa ante demandas relacionadas con el terrorismo.
Se dice que Sudán retrocede en su promesa de establecer vínculos plenos con Israel tras el estancamiento en el Congreso.
Para Marruecos, el reconocimiento de sus reclamos en el Sáhara Occidental legitima los esfuerzos para demarcar las áreas de control establecidas con la construcción de un muro de 1.700 millas de largo, con arena y piedra, y reforzada con minas terrestres.
Además del reconocimiento territorial, se informa de los impulsos de Trump para concretar una venta de armas y drones militares de fabricación estadounidense a Rabat, y unos tres mil millones de dólares en inversiones en los próximos tres años.
El exasesor de seguridad nacional de Trump John Bolton, quien encabezó los esfuerzos para reiniciar las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario y estuvo involucrado en el tema en las Naciones Unidas durante la década de 1990, criticó el reconocimiento del presidente sobre la solicitud de Marruecos.
"Trump se equivocó al abandonar treinta años de política estadounidense sobre el Sáhara Occidental sólo para lograr una rápida victoria en política exterior", escribió Bolton en Twitter.
"Un acuerdo entre Israel y Marruecos fue posible sin abandonar el compromiso de Estados Unidos con el referéndum saharaui sobre el futuro del Sáhara Occidental".
Karim Mezran, director de la Iniciativa del Norte de África en el Atlantic Council, dijo que el cambio de política de Estados Unidos puede contribuir a aumentar las tensiones y los combates en la región, con un brote de enfrentamientos reportados el mes pasado en la violación más significativa del alto el fuego desde su establecimiento.
"Las tensiones en la zona han ido en aumento durante algún tiempo, pero este evento puede acelerar un nuevo enfrentamiento entre los dos estados del Magreb", dijo Mezran.
“En otras palabras, esa normalización a cambio del reconocimiento de los reclamos marroquíes sobre el Sáhara Occidental será un éxito de la monarquía marroquí si no la sumerge en un enfrentamiento militar con Argelia”.
Engel se hizo eco de ese miedo, quien en su declaración pidió "a todas las partes en el norte de África que actúen con moderación, no acudan a la violencia.