¿Quién es Robert Malley, el enviado de Biden para Irán?
Robert Malley, de 58 años, es abogado y politólogo especializado en resolución de conflictos. También es hijo del periodista judío egipcio Simon Malley, quien vivió en Francia y Estados Unidos y es considerado uno de los pioneros del movimiento liberal.
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¿Quién es Robert Malley, el enviado de Biden para el expediente iraní?
El exdiplomático disfruta de una larga carrera, se desempeñó en el equipo de seguridad nacional como director de Asuntos de Medio Oriente en las administraciones de los presidentes William Clinton y Barack Obama.
Además, y fue asistente del presidente para Asuntos de conflicto árabe-israelí y se le considera uno de los patrocinadores del acuerdo nuclear entre Irán y las principales potencias durante la era de Obama.
Malley tenía una relación de trabajo informal con la administración Obama, la cual fue suspendida luego de que se revelara que tuvo contactos con representantes del movimiento palestino Hamas en el pasado.
Medios hebreos consideraron recientemente que "decir que Malley es un diplomático cuya intención es proteger la seguridad de (Israel) es, en el mejor de los casos, hablar por hablar, ya que se opuso a los principios presentados por el exsecretario de Estado Mike Pompeo durante el período de Trump como condición para levantar las sanciones a Irán".
A principios de noviembre, Malley criticó el asesinato del científico iraní Mohsen Fakhrizadeh, diciendo que el ataque "dificultará que el sucesor de Trump reanude la diplomacia con Irán".
Los datos indican la tendencia del exdiplomático a la idea de "entendimientos" que, en su opinión, conducirán a una reducción de la tensión en la región.
Según los partidarios de (Israel) en EE.UU, "el pecado original de Malley" fue su negación al exprimer ministro sionista Ehud Barak de aceptar sus "ofertas". La generosidad que presentó al fallecido presidente palestino, Yasser Arafat, y que este último rechazó, durante la cumbre de Camp David que los reunió con Clinton en 2000.
Malley asistió a la cumbre en ese momento como miembro del Consejo de Seguridad Nacional, y en un artículo que publicó en 2001, después de que el equipo de George W. Bush llegara al poder y se uniera entonces al International Crisis Group como director de su División Medio Oriente y Norte de África, explicó que estas ofertas eran en realidad una "trampa para los palestinos" que permite perpetuar el control israelí sobre los territorios ocupados en 1967.
Las posturas que expresó en los años siguientes hacia Hamas, y la necesidad de abrirse a él porque es un partido que goza de un amplio apoyo popular entre los palestinos, además de animarlo a entablar un diálogo con Siria, Irán y Hizbullah, y sus reuniones con funcionarios de todos estos lados, fueron el resultado de la hostilidad del lobby sionista.