Libia de la abundancia al colapso económico tras diez años de guerra
La actividad económica en Libia hoy en día es rehén de profundas divisiones políticas entre dos autoridades en competencia que luchan por el control de la "media luna petrolera".
Las recientes conversaciones políticas libias han reavivado las esperanzas de reactivar la economía del país, que era una de las más prósperas de la región, especialmente gracias a la recuperación de la producción de oro negro (Petróleo).
.- Nuevo gobierno libio apoya presencia militar turca, según asesor de Erdogan
Pero hoy, en este país de siete millones de habitantes, se verán enormes grúas cubiertas de óxido cerca de edificios que fueron destruidos antes de que estuvieran terminados y fueron invadidos por malas hierbas silvestres, por lo que fueron clavados para dar testimonio de una economía estancada.
Hasta donde alcanza la vista, cientos de proyectos -estimados en varios miles de millones de dólares y que fueron lanzados por compañías globales gigantes a principios de la década de 2000, antes de que la inestabilidad les impidiera seguir adelante- están desatendidos.
La actividad económica en Libia hoy en día es rehén de profundas divisiones políticas entre dos autoridades en competencia que luchan por el control de la "media luna petrolera", que se encuentra a medio camino entre Trípoli, la capital, y la sede del Gobierno de Acuerdo Nacional en el noroeste del país, y Bengasi en el noreste, que está controlado por las fuerzas del mariscal de campo Khalifa Haftar.
Es un escenario complicado por intervenciones extranjeras en apoyo de un lado contra el otro.
El ingeniero de petrolero, Mahdi Omar, resume la situación diciendo que "todo lo que está pasando en Libia tiene que ver con el petróleo sin ninguna duda".
El año pasado, las facciones leales al mariscal de campo Haftar cerraron instalaciones clave de producción de petróleo para exigir una mejor distribución de los ingresos administrados por Trípoli, pero el fracaso del ataque para hacerse con el control de la capital les llevó a abandonar este chantaje.
La producción se recuperó a 1,3 millones de barriles por día en diciembre, diez veces más de lo que era en el tercer trimestre de 2020. Pero aún era menos de 1,6 millones de barriles por día como hace diez años.
Los inversores abandonaron el país en 2011, que ocupó el puesto 186 de 190 en la calificación Doing Business.
Las empresas perdieron cuantiosas sumas, al igual que el Estado libio que tuvo que indemnizar a los grupos afectados tras recurrir a demandarlos.
El año pasado fue abrumadoramente difícil. El ataque a Trípoli y el bloqueo petrolero provocaron "las crisis políticas, económicas y humanitarias más graves en Libia desde 2011", según el Banco Mundial.
A todo esto, se suma una gran crisis monetaria con la presencia de dos bancos centrales: el Banco Central de Libia en Trípoli y un banco paralelo en el este, que impide el control de la política monetaria del país mientras el dinar colapsa.
En este contexto, los libios no pueden gestionar su vida diaria a la luz de una grave escasez de liquidez, gasolina, electricidad y una inflación acelerada.
El Ministerio de Economía del Gobierno de Acuerdo Nacional reconoció recientemente que los precios de la mayoría de las necesidades básicas habían aumentado en más de un 50% en 2020
El asunto se atribuye a las restricciones impuestas por el Banco Central en Trípoli, así como a la pandemia Covid-19 que exacerbó la crisis.