Diálogo Irán-EE.UU. entre defensores y opositores
El presidente estadounidense, Joe Biden, camina por la cuerda floja sobre Irán ante el rechazo de los aliados regionales en Medio Oriente y los republicanos en casa por hacer posibles concesiones a Teherán, comenta The Washington Post.
Los iraníes exigen el fin de las sanciones económicas impuestas por el expresidente Donald Trump, en violación de los términos de un acuerdo que, según los inspectores de la ONU, estaba trabajando para mantener los límites del programa pacífico nuclear de la República Islámica.
Irritado por las sanciones, Irán comenzó a enriquecer uranio a niveles más altos que los permitidos por ese pacto y este martes entró en vigor una legislación que limita visitas a sitios nucleares de especialistas del máximo organismo mundial.
Esa medida aumentará aún más las tensiones con Occidente, aunque una visita a la nación de los persas del director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, parece haber creado un respiro.
“Bajo los términos del acuerdo anunciado el domingo, Irán aún pondría fin a la implementación de lo que se conoce como el Protocolo Adicional, que impone el control del OIEA, pero continuaría permitiendo lo que Grossi describió como monitorización y verificación necesarias del programa nuclear de Irán”, refirió el diario capitalino.
“La esperanza del OIEA ha sido estabilizar la situación y creo que ese entendimiento técnico lo logra para dar paso a consultas políticas en otros niveles”, dijo el jefe del organismo nuclear de la ONU.
Ahora transcurren esas consultas, apunta The Washington Post.
El gobierno de Joe Biden eliminó la campaña de máxima presión orquestada por el expresidente Donald Trump al revelar disposición a participar en conversaciones informales sobre Irán con aliados europeos.
Biden y su colectivo gubernamental ya realizaron algunos movimientos en la ONU para ayudar a restablecer contactos, entre ellos levantaron restricciones a los diplomáticos iraníes en Nueva York y anularon la afirmación de 2020 de que estaban vigentes todas las sanciones impuestas por la ONU a Irán.
Hubo destellos sobre un deshielo más amplio en la decisión de Corea del Sur de descongelar una suma significativa de dinero iraní bloqueado en sus bancos por sanciones financieras de Estados Unidos.
Sin embargo, tanto en Washington como en Teherán hay mucha oposición.
Este lunes, después de la salida de Grossi, el presidente del parlamento de Irán, Mohammad Baqer Qalibaf, condenó lo convenido entre el Gobierno y el OIEA, e incluso pidió enjuiciar al jefe del Estado Hassan Rouhani y sus aliados.
Los oponentes domésticos de Biden ven el curso actual como un abandono equivocado de la influencia sobre el régimen iraní.
“El ayatoláh solo entiende de fuerza. Lideré una respuesta a la amenaza iraní que protegió al pueblo estadounidense de su terror y apoyó al estado judío de "Israel'”, dijo el exsecretario de Estado Mike Pompeo al Washington Free Beacon de extrema derecha.
"La adopción del modelo de acomodación de la Unión Europea garantizará a Irán un camino hacia un arsenal nuclear”, añadió.
La campaña de "máxima presión" de la administración Trump puede haber cobrado un gran precio económico, pero fracasó en los objetivos declarados de Pompeo y Trump.
Según Ellie Geranmayeh, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, "Irán logró "reestructurar" su economía bajo sanciones e "inmunizarse de un colapso económico como esperaban los defensores de la presión máxima".