¿ Desaparecerá "Israel"?
Ha surgido una oportunidad para que las diversas partes comiencen a abordar seriamente los problemas existenciales de "Israel", si solo se despiertan y comprenden que el presente debe arreglarse a través de la lente de la creación de un futuro viable.
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¿ Desaparecerá "Israel"?
"Israel" entra en uno de los períodos más fatídicos de su historia y las decisiones que se tomarán en los próximos años determinarán si habrá un país dentro de dos o tres generaciones, anticipa el diario The Jerusalem Post.
El sector de alta tecnología del país es asombroso, verdaderamente innovador, pero cuando se mira en su conjunto, el producto interno bruto por hora de trabajo (productividad laboral) es uno de los más bajos entre las naciones desarrolladas.
Se ha aleja constantemente de los principales países del G7 (EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y Japón) y la brecha entre el promedio de ese grupo e "Israel" se triplicó desde mediados de la década de 1970 y no puede soportar otros 40 años más con ese desfasaje.
"Israel" dispone de algunas de las mejores universidades del mundo, sin embargo, su nivel en campos básicos (matemáticas, ciencias y lectura) está por debajo de los 25 países desarrollados más relevantes, sin incluir a los judíos ultraortodoxos (la mayoría de los cuales no estudian el material en absoluto y no participan en pruebas) que habrían bajado aún más el promedio nacional.
El nivel de conocimiento de los árabe-hablantes en los campos básicos está por debajo de nueve de los 10 países predominantemente musulmanes que participaron en el examen más reciente del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, siglas en inglés).
Uniéndose a los ultraortodoxos (aproximadamente una quinta parte de los niños) y los árabes (casi una cuarta parte de los niños) están muchos de los menores de las periferias geográficas y sociales que también reciben un nivel de educación muy precario.
En otras palabras, aproximadamente la mitad de los niños israelíes reciben hoy una educación del tercer mundo, y pertenecen a las partes de la población de más rápido crecimiento (según las previsiones de la Oficina Central de Estadísticas, se espera que los ultraortodoxos por sí solos comprendan la mitad de los niños en solo dos generaciones).
Como adultos, esos infantes no podrán mantener una economía del primer mundo, sin la cual no habrá un sistema de salud de primer mundo ni capacidad militar para defendernos en la región más peligrosa del planeta.
Ya hoy, aproximadamente la mitad de la población es tan pobre que no alcanza el peldaño más bajo de la escala del impuesto sobre la renta y no paga ningún impuesto sobre la renta.
El 92 por ciento de todos los ingresos por impuestos sobre la renta proviene de solo el 20 por ciento de la población, un grupo que incluye a los israelíes más educados y capacitados.
Cuanto más se aleje "Israel" de los principales países desarrollados, más tiempo continuará sin proporcionar herramientas y condiciones que permitirían a los grupos poblacionales participar plenamente en una economía moderna, y más aumentará la carga sobre los hombros cada vez más estrechos que buscarán alternativas en el extranjero cuanto más se acerque el milagro de "Israel" a su fin, pronostica Jerusalem Post.
De acuerdo con el periódico, no debía ser ese el destino si se toman decisiones ahora para un giro nacional.
La terrible combinación de crisis de salud, económica, social y de liderazgo también ha creado una oportunidad, pues es la primera vez que el discurso político primario no es entre izquierda y derecha, entre religiosos y seculares o entre judíos y árabes.
Ha surgido una oportunidad para que las diversas partes comiencen a abordar seriamente los problemas existenciales de "Israel", si solo se despiertan y comprenden que el presente debe arreglarse a través de la lente de la creación de un futuro viable.