¿Quién será el próximo presidente ecuatoriano?
Este domingo 11 de abril Ecuador elige a su próximo presidente y las encuestas pronostican un empate técnico entre los candidatos Andrés Arauz y Guillermo Lasso.
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¿Quién será el próximo presidente ecuatoriano?
Los últimos sondeos fueron divulgados el pasado jueves santo, debido a que el país tiene una legislación que impide publicar encuestas diez días antes de los comicios, y todos prevén que habrá una reñida disputa.
El análisis de Eureknow indica que Arauz obtendría el 50,1 por ciento de los votos, mientras otorga a Lasso el 49,9 por ciento; Atlas Intel da a Arauz el 50,9 por ciento y a Lasso un 49,1 por ciento; otra más, la encuestadora Cedatos, dio a Arauz el 48 por ciento de intención de voto y a Lasso el 46,3 por ciento.
Esas firmas tienen un margen de error que oscila en entre los dos y 2,6 puntos porcentuales, por lo que los resultados resultan en un empate técnico entre los candidatos.
Cálculo Electoral, una organización independiente que promedia resultados de encuestas, afirmó que Arauz tiene un 52,4 por ciento de probabilidad de quedarse con la presidencia de Ecuador; Lasso, el 47,6 por ciento.
Andrés Arauz, el candidato del expresidente Rafael Correa, ganó la primera vuelta con el 32,16 por ciento de los votos, mientras que Guillermo Lasso fue segundo, obteniendo el 20,99 por ciento.
Incluso, Lasso estuvo a punto de quedarse por fuera del balotaje, pues los resultados marcaron una corta distancia entre él y Yaku Pérez, quien fue segundo con el 19,23 por ciento de los sufragios.
Esa jornada fue el 7 de febrero y desde entonces Lasso ha escalado en las encuestas. El análisis de Cedatos, una de las encuestadoras tradicionales del país, lo demuestra: tenía el 47,5 por ciento de intención de voto en la medición del 16 de marzo y luego obtuvo el 52 por ciento en la del día 30 de ese mes.
Arauz, en contraste, decreció en ese sondeo, pasando del 52,5 por ciento al 48 por ciento. Arianna Tanca, politóloga de la Universidad de Casa Grande de Guayaquil, dice que, ante el estrecho margen, hay que mirar la tendencia que han marcado las encuestas.
“Lasso ha crecido, mientras que la intención de voto por Arauz no aumenta tanto. Rafael Correa catapultó su candidatura y parte de los sufragios que obtuvo en primera vuelta corresponden al voto duro del correísmo, pero Arauz ha tenido que desmarcarse del exmandatario porque el correísmo es una mochila pesada que lleva a cuestas”, afirma Tanca.
Correa ha sido la sombra de la política en Ecuador de los últimos cuatro años: endosó sus votos a Lenín Moreno en 2017, quien era su vicepresidente, pero Moreno se desmarcó de él cuando llegó al poder.
No obstante, el estrecho margen entre Arauz y Lasso también se explica en otro factor que va más allá del espectro de Rafael Correa en las elecciones de Ecuador: en la primera vuelta hubo 16 candidatos enlistados para llegar al Palacio de Carondelet.
Jorge Andrés León, consultor en estrategia política de ese país, dice que la agenda electoral ha estado marcada por ver quién convence al electorado que sufragó por alguno de los otros 14 candidatos.
“Hay un desencantamiento de la clase política. Ninguna de las dos propuestas ha aterrizado su idea de cómo mejorará la economía y la inversión extranjera”, afirma León.
Lasso parece sumar los votos del anticorreísmo, un sector de la población que se desligó del mandatario por el Caso Sobornos 2012-2016, que lo vinculó con hechos de corrupción: el mismo por el que es requerido por la justica.
“Guillermo Lasso capitalizó muchos votos, en parte del rechazo al correísmo, por eso las diferencias se empiezan a estrechar conforme avanza la campaña”, afirma Esteban Ron, director de la escuela de Derecho de la Universidad Internacional del Ecuador.
Previo al debate presidencial de segunda vuelta de las elecciones, la diferencia en los sondeos daba hasta ocho puntos de ventaja a Arauz, diferencia que terminó reduciéndose a dos o tres.
Ron enfatiza que esos márgenes son sobre la base de las encuestas, “pero en Ecuador hay mucho voto escondido: personas que sufragarán por Arauz y no lo dicen abiertamente”.
Por eso las elecciones presidenciales marcan un interrogante sobre quién se quedará con el Ejecutivo, Andrés Arauz o Guillermo Lasso, una disputa que se define entre la indecisión, el crecimiento reciente de Lasso y los votos que las encuestadoras no alcanzan a detectar.
En medio de este entramado eleccionario la Organización de Estados Americanos (OEA) ha duplicado su presencia en Ecuador para el balotaje del domingo a fin de garantizar la transparencia del voto y un proceso electoral en libertad, reveló este jueves la jefa de la delegación Isabel de Saint Malo.
“La OEA tiene una misión bastante más robusta esta segunda vuelta de lo que tuvimos en la primera”, dijo la ex vicepresidenta panameña en un encuentro con el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, que hoy se reunió por separado con ella y con el expresidente colombiano Andrés Pastrana, jefe de la Misión Internacional Grupo Idea.
En total, la OEA ha desplegado para el balotaje entre el centroderechista Guillermo Lasso y el correísta Andrés Arauz a 70 observadores, por lo que “de hecho, esta es la primera misión completa desde que comenzó la pandemia”.