Ofrecen nuevos detalles sobre el plan secreto de la administración Trump para matar a Qassem Suleimani
Mientras el avión salía de la pista y se dirigía a la zona cerrada del aeródromo, uno de los agentes kurdos, disfrazado de personal de tierra, guió la aeronave hasta que se detuvo en la pista. Cuando el objetivo bajó del avión, los operadores kurdos del CTG, que se hacían pasar por encargados del equipaje, también estaban presentes para identificarlo, cuenta el reporte publicado en Yahoo News.
Cuenta un reporte de Yahoo News que tres equipos de operadores de la Fuerza Delta miraron por sus visores desde lugares ocultos en el Aeropuerto Internacional de Bagdad el pasado mes de enero, esperando su objetivo: Qassem Suleimani.
De acuerdo con la fuente, varios trabajadores disfrazados de mantenimiento se habían ocultado en posiciones en viejos edificios o vehículos al lado de la carretera.
Era una noche fría y nublada, y el lado sureste del aeropuerto había sido cerrado con poca antelación para un ejercicio de entrenamiento militar, o al menos eso le dijeron al gobierno iraquí, señala eñ informe.
Los tres equipos de francotiradores se situaron a una distancia de entre 600 y 900 metros de la "zona de muerte", la carretera de acceso al aeródromo, y se prepararon para triangular a su objetivo cuando saliera del aeropuerto. Uno de los francotiradores tenía un catalejo con una cámara que transmitía en directo a la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, donde se encontraba el comandante de la Fuerza Terrestre Delta con su personal de apoyo.
Apunta el reporte que la puntería a larga distancia implica enfrentarse a una serie de factores ambientales, como el viento, pero los equipos Delta no se basaron en conjeturas. Un miembro del Grupo de Lucha contra el Terrorismo (CTG), una unidad de élite kurda del norte de Iraq con profundos vínculos con las operaciones especiales de Estados Unidos, les ayudó a hacer la llamada del viento desde abajo.
El vuelo procedente de Damasco (Siria) aterrizó finalmente después de la medianoche del 3 de enero de 2020, con varias horas de retraso. Tres aviones no tripulados de EE.UU. orbitaban por encima.
Mientras el avión salía de la pista y se dirigía a la zona cerrada del aeródromo, uno de los agentes kurdos, disfrazado de personal de tierra, guió la aeronave hasta que se detuvo en la pista. Cuando el objetivo bajó del avión, los operadores kurdos del CTG, que se hacían pasar por encargados del equipaje, también estaban presentes para identificarlo.
Suleimani acababa de llegar al aeropuerto de Bagdad. El general iraní y su séquito se subieron a dos vehículos y se dirigieron a la zona de la muerte, donde los francotiradores de la Fuerza Delta estaban al acecho.
Los dos vehículos, uno de los cuales contenía a Suleimani, salieron a la calle para abandonar el aeropuerto. Los tres equipos de francotiradores de la Fuerza Delta estaban preparados, con los seguros desactivados en sus armas largas y los dedos apoyados suavemente en los gatillos. Por encima de ellos, los tres drones se deslizaban por el cielo nocturno, dos de ellos armados con misiles hellfire.