¿Cómo es la filial de Daesh en Afganistán y qué relación tiene con el Talibán?
Mientras el mundo advertía de los peligros y las violaciones a los derechos humanos en Afganistán, especialmente de las mujeres, por parte de los insurgentes talibanes que ahora gobiernan el país, otra amenaza reapareció en escena: Daesh.
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Miembros de las fuerzas de seguridad afganas arrestan a combatientes de Daesh.
El atentado fuera del aeropuerto de Kabul que deja 73 personas muertas, incluidos 13 militares estadounidenses, volvió a poner a un amargo enemigo en la mira de Washington: Daesh. Su filial, EI-Khorasan, un supuesto rival jurado del Talibán, se adjudicó el asalto. Pero, ¿quiénes lo conforman? y ¿con quién cooperaría? EE. UU. afirma que no hay evidencia de ruptura entre los dos movimientos radicales y promete responder a la agresión. Crece la tensión en Kabul.
Un conocido adversario de Estados Unidos confirma la expansión de su amenaza: Daesh, ahora con su filial en Afganistán, Khorasan (D-K).
Mientras el mundo advertía de los peligros y las violaciones a los derechos humanos, especialmente de las mujeres, por parte de los insurgentes talibanes que ahora gobiernan el país, otra amenaza reapareció en escena.
La filial de Daesh, que se enfrentó a las tropas de Estados Unidos en Iraq y Siria, se atribuyó el ataque en el aeropuerto de Kabul que deja al menos 73 muertos. Entre ellos, 13 militares estadounidenses. Washington prometió "perseguir" al grupo radical.
¿Quiénes conforman a Daesh-Khorasan?
Conocido como Daesh-Khorasan (DK), lleva el nombre de un antiguo término para la región. El grupo apareció por primera vez en el este de Afganistán a finales de 2014 y rápidamente estableció una reputación de brutalidad extrema.
Algunos expertos en militancia islamista en la región aseguran que esta filial fue fundada por elementos de línea dura de los talibanes paquistaníes que huyeron a Afganistán cuando las fuerzas de seguridad de Pakistán los reprimieron.
Inicialmente el movimiento extremista estuvo confinado en un pequeño número de áreas en la frontera con Pakistán, pero luego estableció un segundo frente importante en las provincias del norte, incluidas Jawzjan y Faryab.
El Centro de Lucha contra el Terrorismo en West Point señaló que D-K incluye a paquistaníes de otros grupos militantes y extremistas uzbecos, además de afganos.
Por su parte, funcionarios de inteligencia de Estados Unidos creen que el D-K utilizó la inestabilidad que llevó este mes al colapso del Gobierno de Ashraf Ghani, respaldado por Occidente, para fortalecer su posición y acelerar el reclutamiento de miembros talibanes inconformes.
Aunque es una filial de Daesh que sembró terror en Iraq y Siria, los expertos en seguridad indican que su conexión operativa con ese movimiento es incierta.
La brutalidad de D-K y el blanco de sus ataques
Desde el principio, el grupo musulmán sunita de línea dura, también conocido como Daesh, combatió por el control de áreas clave en la frontera con Pakistán, asociadas al contrabando de narcóticos y otros productos básicos.
Simultáneamente, ejecutó una serie de atentados suicidas con bombas en Kabul y otras ciudades afganas contra objetivos tanto gubernamentales como militares extranjeros, aparentemente con el objetivo de ganar crédito como un movimiento militante más violento y extremo que los mismos talibanes.
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Un miembro de las fuerzas de seguridad afganas.
Sus ataques han abarcado desde brutales ejecuciones de ancianos en aldeas, hasta los asesinatos de trabajadores de la Cruz Roja y los atentados suicidas contra multitudes de civiles, incluida una serie de sangrientas operaciones en las que algunos de sus miembros se han inmolado frente a objetivos asociados con la minoría chiita.
Entre sus objetivos recientes han estado una mezquita sufí, torres eléctricas, camiones cisterna de combustible y buses con pasajeros chiitas en Kabul. Además, las autoridades creen que un ataque a una escuela de niñas para la minoría hazara, principalmente chiita, también fue obra de los radicales de D-K.
¿Enemigos jurados del Talibán?
D-K se ha dado a conocer como un enemigo jurado de los talibanes y este jueves el movimiento fundamentalista, que volvió a controlar el país, condenó lo sucedido y se deslindó de los hechos.
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Un combatiente talibán frente al Ministerio del Interior en Kabul, Afganistán. Foto: AFP
El Daesh-Khorasan se ha enfrentado tanto a las fuerzas del Gobierno del presidente Ashraf Ghani, recientemente exiliado, como contra el Talibán.
Pero entre sus filas no solo hay excombatientes talibanes inconformes, según las agencias de inteligencia de EE. UU. El vínculo podría ser mayor según señaló el propio mandatario estadounidense horas después del atentado en la terminal aérea.
En una intervención desde la Casa Blanca, Biden afirmó que no hay evidencia de que haya habido colusión entre el Talibán y Daesh.
Sin embargo, el mandatario sostuvo que, en concreto con respecto al ataque cerca del aeropuerto de la capital afgana, "hasta ahora no hay evidencia (…) de que haya habido una conspiración entre los talibanes y el Daesh para llevar a cabo lo que sucedió hoy".
No obstante, las operaciones de Daesh en Afganistán no son desconocidas para Estados Unidos. Durante el Gobierno de Ghani, las autoridades locales le atribuyeron varios atentados y en abril de 2017 un avión de carga estadounidense lanzó una bomba de 20 mil libras, conocida como MOAB (Madre de todas las bombas), contra un complejo de cuevas vinculado a D-K en el distrito de Achin, en el este de Afganistán. Fue la bomba convencional más grande del arsenal de Estados Unidos.
Aunque la presencia de la filial de Daesh en Afganistán no es novedad para Washington, las muertes que causó este 26 de agosto en medio de las evacuaciones lideradas por el Ejército estadounidense se convirtieron en un desafío frontal contra el Gobierno de Joe Biden, así como el escenario de una de las peores pesadillas para su Administración que ya enfrenta fuertes críticas por el caos en medio del retiro de sus tropas.
Biden afirmó que retira a su Ejército de suelo afgano principalmente porque el riesgo del terrorismo de Al Qaeda allí, motivo inicial de la intervención de EE. UU. en 2001, se ha trasladado a otros lugares del planeta, como África, que requieren de mayor atención. ¿Deja Estados Unidos un vacío en Afganistán que fortalecería a antiguos y nuevos movimientos radicales?