En espera del informe del FBI sobre ataque a Torres Gemelas
Las familias de las víctimas de los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York del 11 de septiembre, esperan por la publicación de un informe clave del Buró Federal de Investigación (FBI) que arrojará luz sobre lo ocurrido aquel día.
El reporte de 16 páginas resume y analiza la investigación sobre las actividades de dos de los perpetradores del acto terrorista, los ciudadanos sauditas Khalid al-Mihdhar y Nawaf al-Hazmi.
En enero de 2000, esos dos personajes pertenecientes a la red Al Qaeda llegaron a California, donde fueron asistidos por otros sauditas.
La expectativa por el informe consiste en si proporcionará detalles de quién ayudó a al-Mihdhar y al-Hazmi, dijo uno de los abogados que representa a los familiares de las víctimas que presentaron querella contra el gobierno de Arabia Saudita.
"No está claro qué otras partes del gobierno pudieron haber sabido lo que estaba sucediendo, pero claramente, funcionarios de nivel medio y alto que fueron parte de la conspiración", dijo Andrew 'Duke' Maloney, del bufete de abogados Kreindler LLP en representación de las familias en litigio contra el reino del desierto.
A 20 años de los ataques que dejaron un saldo de casi 3.000 muertos en New York, Washington, DC, y Shanksville, Pensilvania, la demanda versa sobre la complicidad de Riad en los atentados.
El informe del FBI que presentarán ante el tribunal debe contener las pruebas suficientes para respaldar o no la demanda.
La investigación de la agencia norteamericana contempla un análisis de cómo al-Mihdhar y al-Hazmi, que hablaban poco inglés y carecían de recursos cuando llegaron a Estados Unidos, lograron afianzarse en Los Ángeles y luego en San Diego.
Los abogados creen que pueden demostrar que había "una camarilla" de funcionarios sauditas en apoyo de los operativos de Al-Qaeda", dijo Maloney a Al Jazeera. El objetivo de la demanda es lograr un acuerdo financiero para las familias de las víctimas del ataque.
Discutido en gran parte en privado, a puerta cerrada y en presentaciones secretas, los fundamentos del caso pronto podrían hacerse públicos bajo una orden ejecutiva del presidente Joe Biden.
Después que los familiares de las víctimas dijeron que a Joe Biden que no sería bienvenido en los memoriales por el aniversario a los que generalmente asistía el presidente, el presidente ordenó al Departamento de Justicia y otras agencias revisar y divulgar documentos y pruebas obtenidas por el FBI.
Es probable que el informe arroje nueva luz sobre lo que sabe el FBI de relacionados con los secuestradores, incluidos ciudadanos sauditas, el líder musulmán Fahad al-Thumairy y el sospechoso espía saudita Omar al-Bayoumi, dijo Maloney.
Se cree que el funcionario de la embajada saudita en EEUU, Mussaed Ahmed al-Jarrah, cuyo nombre había surgido como parte de los procedimientos legales, brindó asistencia a los futuros secuestradores, según los abogados de las familias.
La misión diplomática de Riad dijo que el reino agradecería la publicación de los documentos de la agencia norteamericana y que “nunca ha surgido ninguna evidencia que indique que el gobierno saudita o sus funcionarios tuvieran conocimiento del ataque terrorista o estuvieran involucrados de alguna manera en su planificación o ejecución”.
"Cualquier acusación de que Arabia Saudita es cómplice de los ataques del 11 de septiembre es categóricamente falsa", dijo la embajada saudita en Washington.
De los 19 secuestradores de al-Qaeda, 15 eran sauditas y desde el comienzo de múltiples investigaciones estadounidenses hasta los ataques del 11 de septiembre, las preguntas han girado en torno al papel del reino.
El líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, era el rico hijo del fundador de la empresa de construcción saudí, Saudi Binladen Group. Bin Laden rompió con la familia real en 1991 por el despliegue de tropas estadounidenses en el reino. Pero la organización de bin Laden recibió apoyo financiero de ricos sauditas, incluidas organizaciones benéficas vinculadas a miembros de la familia real, según documentos del gobierno de Estados Unidos.
Una comisión independiente estadounidense concluyó que el gobierno de Riad no estaba al tanto de los ataques ni tampoco encontró pruebas de que sus funcionarios sauditas tuvieran algún papel. Pero ese informe estaba incompleto y los investigadores de la comisión carecían de la información obtenida por el FBI años después, dijo Maloney a Al Jazeera.
Una investigación del Congreso estadounidense dirigida por el exsenador Bob Graham detectó que hubo conexiones sauditas con los ataques del 11 de septiembre. Graham había declarado en 2015 que los estadounidenses reaccionarían con indignación si supieran la verdad sobre el papel de Arabia Saudita.
El informe de 28 páginas sobre la participación saudita mantenido en secreto por el gobierno de George Bush y luego fue desclasificado y publicado. Las 28 páginas no eran concluyentes, pero mostraban que algunos de los secuestradores estuvieron en contacto y recibieron apoyo de funcionarios sauditas.