Cumbre en Ciudad de México abrirá nueva etapa de cooperación con EE.UU.
En vísperas de la cumbre de este 8 de octubre, ya se han efectuado encuentros bilaterales de funcionarios tanto de seguridad como de justicia
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Cumbre en ciudad de México abrirá nueva etapa de cooperación con EE.UU.
Según la Casa Blanca la cancillería mexicana ha señalado que se abren nuevas etapas en la relación bilateral entre su país y Estados Unidos, donde pondrán en marcha una visión de seguridad compartida, centrada en la atención a las causas de la violencia y en reconocimiento de la colaboración duradera, el respeto mutuo y por la soberanía que nos compele para encarar juntos los retos de seguridad”.
Esta nueva fase -que tendrá un lanzamiento este viernes 8 de octubre en la Ciudad de México- busca dejar atrás la Iniciativa Mérida, un programa de cooperación acordado entre los gobiernos de George W. Bush y Felipe Calderón.
En declaraciones del canciller mexicano Marcelo Ebrard al diario The Washington Post, el pasado 29 de julio, “la Iniciativa Mérida está muerta, no funciona”, y es momento de pasar a un nuevo instrumento de cooperación, para el cual han venido trabajando funcionarios de los dos gobiernos desde hace 10 meses, ya durante la era Biden.
De acuerdo con el doctor Raúl Benítez Manaut, quien ha sido catedrático de la Universidad de Columbia en Nueva York y del Centro de Estudios Hemisféricos de la Universidad Nacional de la Defensa de Estados Unidos, “quitar el nombre de Iniciativa Mérida en realidad es un asunto político, no es un asunto que tiene que ver con los programas de cooperación, sino un asunto de nomenclatura”.
“Lo que está buscando el Gobierno de México es que los programas sean independientes uno de otro. Si hay un problema de armas, que se hagan los equipos binacionales para trabajar el tema de las que vienen de Estados Unidos; si hay un problema de lavado de dinero, que sea un programa del IRS (Internal Revenue Service) con el SAT (Servicio de Administración Tributaria) mexicano; si hay un seguimiento de cárteles de la droga, que sea la Defensa y la Marina mexicanas con el Pentágono y con la DEA”, explica.
El pasado 5 de octubre, en conferencia de prensa en Palacio Nacional, el canciller Marcelo Ebrard insistió en dejar atrás la Iniciativa Mérida y apuntó que “se tiene que trabajar con los Estados Unidos para lograr esta nueva etapa. ¿Basada en qué? En un entendimiento. A diferencia de la Iniciativa Mérida, México no está pidiendo esto, no fue a tocar la puerta para decir ‘Necesito asistencia, necesito esto, necesito el otro, necesito que tú me apoyes’, no. Tenemos que trabajar en materia de seguridad, pero es un entendimiento simétrico, respetuoso; y eso es lo que hemos venido construyendo”.
El funcionario adelantó que su país presentó 10 prioridades, entre las que resalta reducir el número de homicidios y pedir que haya reciprocidad en materia del control del tráfico de armas, así como en las asistencias jurídicas y en materia de extradiciones.
De hecho, en vísperas de la cumbre de este 8 de octubre, ya se han efectuado encuentros bilaterales de funcionarios tanto de seguridad como de justicia. El caso más reciente es la reunión que entre el fiscal general Merrick B. Garland y su homólogo mexicano, Alejandro Gertz Manero, el pasado 30 de septiembre.
“Los dos líderes reafirmaron su compromiso de trabajar estrechamente en investigaciones criminales y acusaciones de crimen transnacional, incluyendo las relacionadas con narcóticos y tráfico de armas de fuego y trata y contrabando de personas, y finanzas ilícitas y lavado de dinero”, informó Washington.
En ese sentido, Benítez Manaut -adscrito al Centro de Investigaciones sobre América del Norte, de la Universidad Nacional Autónoma de México- señala que lo que estamos viendo es que se fortalece la cooperación en seguridad de una forma muy similar en la que se dio en el ámbito económico. Es decir, así como se tuvo el DEAN (Diálogo Económico de Alto Nivel), ahora tendrá lugar el Diálogo de Alto Nivel en Seguridad (DANS).