General iraní condena atentado contra una mezquita afgana en Kunduz
En una declaración el lunes, el alto funcionario militar dijo que el diabólico crimen demostró una vez más los "peligros del terrorismo takfiri" producido en los "tanques de pensamiento de las potencias hegemónicas y el sionismo, así como las agencias de espionaje de las potencias arrogantes".
El general de división Mohammad Hossein Baqeri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, condenó el atentado contra una mezquita en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, reivindicado por el grupo terrorista Daesh.
En una declaración este lunes, el alto funcionario militar dijo que el diabólico crimen demostró una vez más los "peligros del terrorismo takfiri" producido en los "tanques de pensamiento de las potencias hegemónicas y el sionismo, así como las agencias de espionaje de las potencias arrogantes".
Dijo que el Eje de la Resistencia, después de obligar a los estadounidenses a una humillante retirada de la región, más recientemente de Afganistán, está en el punto de mira.
Más de 150 personas murieron el viernes en un espantoso atentado en la mezquita de Gozar-e-Sayed Abad, en la zona de Khanabad, en Kunduz, de población predominantemente hazara.
Un terrorista del Daesh, disfrazado de fiel, detonó sus explosivos durante la oración del viernes. Todas las víctimas eran chiitas hazaras, el tercer grupo étnico más grande de Afganistán.
El general Baqeri describió el suceso como una "gran y alarmante tragedia" y dijo que el incidente exige "unidad, seguridad y estabilidad" en el mundo islámico, especialmente en el país vecino de Afganistán.
Afirmó que la formación de un gobierno inclusivo y de amplia base en el país devastado por la guerra lo librará del terrorismo, reforzará la seguridad pública y allanará el camino para la vuelta a la normalidad.
También instó al gobierno provisional de los talibán a identificar y castigar a los autores del atroz crimen y a tomar las medidas necesarias para evitar que se repitan este tipo de atentados.
El atentado del viernes es uno de los ataques terroristas más mortíferos en Afganistán desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2001, y el primero desde que los talibanes anunciaron un gobierno interino en Kabul el mes pasado.
El atentado se considera un intento del grupo terrorista Daesh de socavar el nuevo gobierno talibán y de continuar su larga campaña de limpieza étnica de la comunidad minoritaria chiíta de los Hazara.