Rechazan injerencia extranjera en Túnez bajo cualquier justificación
El Sindicato General de Trabajadores tunecino se niega a aceptar sesiones del Parlamento Europeo y del Congreso de los Estados Unidos para discutir la situación de su país. Considera que esto es una "violación de la soberanía nacional y una perpetuación del colonialismo.
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Rechazan injerencia extranjera en Túnez bajo cualquier justificación
El Sindicato General de Trabajadores de Túnez afirmó su rechazo a la injerencia extranjera en el país bajo cualquier justificación, luego de que el Parlamento Europeo y el Congreso de Estados Unidos quieran discutir la situación en Túnez.
Consideró que dedicar una sesión al Congreso estadounidense para tratar la situación en Túnez o preparar una de votación en la Unión Europea, el próximo martes, es el resultado de "la flagrante incitación de algunos opositores tunecinos al camino traído por las medidas excepcionales anunciadas por el Presidente de la República el 25 de julio ".
Asimismo, condenó la subordinación de algunas personas "vinculadas a los lobbies y algunos partidos políticos a embajadas y países", y su incitación contra Túnez "con el pretexto de defender la democracia, que violaron con frecuencia".
También declaró su rechazo a los esfuerzos de estos "grupos de presión" para otros países interfieran en los asuntos internos tunecinos, con el objetivo de "su regreso al poder, al dominio sobre las articulaciones del Estado y para continuar con el absurdo de una década de corrupción, saqueos y terrorismo".
El sindicato destacó que "la injerencia es rechazada por cualquier motivo", considerándola "una violación de la soberanía nacional, y una perpetuación de una tendencia colonial extinta que busca dar lecciones fallidas en democracia mientras se mantiene en silencio ante el empobrecimiento y amenazas terroristas a las que está sometido Túnez ".
El secretario general de la Unión, Noureddine Taboubi, dijo que esto es "el resultado de la incitación de algunos que se oponen al camino traído por las medidas extraordinarias", considerando que "el 25 de julio es un paso adelante para romper con una década que estaba dominado por la corrupción y el fracaso ".
También advirtió contra la "sostenibilidad de la situación excepcional", pidiendo "fijar plazos cerrados para su finalización, contra la profundización del unilateralismo en la toma de decisiones y a seguir ignorando el principio de participación como la mejor vía consultiva para establecer una verdadera transición democrática que se aleje del predominio de la fuerza o de las tendencias conflictivas ".
Asimosmo, acogió con satisfacción la formación del nuevo gobierno tunecino encabezado por Najla Bouden Ramadan, y lo consideró un "primer paso en el camino hacia la superación de la crisis, al mismo tiempo que pidió a las autoridades que "aclaren sus prioridades, definan sus planes y respeten la continuidad del Estado en el cumplimiento de sus compromisos, la implementación de los acuerdos, la garantía de derechos y libertades, y la consolidación de los principios de participación y diálogo social".
El presidente tunecino, Kais Saied, había informado al embajador estadounidense, Donald Bloom, del descontento de su país con "la inclusión de su situación en la agenda del Congreso".
Durante su encuentro con el embajador, Saied afirmó que "las relaciones con Washington seguirán siendo fuertes" a pesar del intento de algunos tunecinos de "distorsionar lo que está sucediendo en el país, ya que encuentran gente escuchando en el extranjero".
Anteriormente, prestó juramento el gobierno encabezado por Najla Boden, la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de Túnez.