El Ministerio de Relaciones Exteriores de Omán expresó en un comunicado el pasado sábado, su pesar por el empeoramiento de las relaciones entre varios países árabes y el Líbano, y pidió a todos que actúen con moderación y trabajen para evitar una escalada.

Qatar también denunció las declaraciones del ministro libanés de Información, George Kordahi, pidió calmar la situación y cerrar rápidamente la brecha entre los hermanos.

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Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Faisal bin Farhan, dijo que los orígenes de la actual crisis en las relaciones con el Líbano se deben a la "hegemonía de la Resistencia libanesa en el país". Por medio de un comunicado, señaló que "el reino no tiene opinión sobre si el gobierno libanés debería quedarse o irse."

Siguiendo los pasos de Arabia Saudita, Bahrein, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos pidieron a los embajadores libaneses que abandonaran sus territorios.

Estas acciones se producen después de las declaraciones del ministro libanés de Información, George Kordahi, en las que calificó la guerra de Yemen de "inútil", y añadió que Ansar Allah lleva años defendiéndose de la agresión externa a Yemen, lo que a su vez provocó reacciones internacionales y locales.