"Mi casa fue víctima de un ataque con drones anoche, que tuvo como objetivo particular mis instalaciones; esto es un acto de cobardía y no representa la voluntad de los iraquíes", expresó el primer ministro de Iraq, Mustafa Al-Kazemi, en su primera declaración en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros.

Tras enfrentarse a un inútil ataque con drones, que pretendía asesinarle, Al-Kazemi afirmó que hay figuras que intentan manipular la seguridad de Iraq para convertirlo en un "estado de bandas".

"Iraq está pasando por varios retos que no son producto de la actualidad ni de este gobierno; hemos sido capaces de resolver las crisis económica y sanitaria, y hemos superado el colapso de los precios del petróleo y las políticas erróneas del gobierno anterior", agregó. 

Al-Kazemi afirmó el éxito en el "cumplimiento de las demandas del pueblo, las autoridades religiosas y los manifestantes en la celebración de elecciones anticipadas, proporcionando todo lo que la Comisión Electoral solicitó".

Añadió que "los resultados de las elecciones, las quejas y las apelaciones no son responsabilidad directa del gobierno. Nuestro deber se centra más bien en las cuestiones financieras y de seguridad para llevar a cabo las elecciones".

El Primer Ministro señaló: "Evitamos que el país cayera en una guerra regional; fuimos capaces de poner al país a salvo. Luchamos contra la corrupción y no dejaremos de perseguir a los corruptos; no mediaremos por ellos y no escaparán a la justicia".

En cuanto a las protestas que tuvieron lugar frente a la Zona Verde el pasado viernes, Al-Kazemi afirmó que había ordenado una investigación sobre el asunto. Apuntó que el gobierno "pondrá entre rejas a cualquier intruso y lo llevará ante la justicia".